Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

Magia Épica

Harry Potter and the Deathly Hallows: Part II, es el tan esperado final de la saga que adaptó al cine la obra literaria de la escritora J.K. Rowling, que en sus comienzos dormía en su auto y apenas llegaba a fin de mes... Hoy es una de la mujeres más ricas del mundo, y no es para menos, ya que creó un ICONO que traspasó generaciones, logrando que la pasión por las aventuras del joven mago sea compartida hoy en día tanto por personas de 30 años como por niños de 10 años.
La saga de Potter hechizó a un público que le fue fiel durante 10 años, instalando un fanatismo del cual me siento parte, por lo que la crítica seguramente esté cargada de cierta subjetividad, aunque voy a hacer mi mayor esfuerzo para sea lo más objetiva posible.
En 1er lugar quiero resaltar la visión de David Yates, un director que supo interpretar muy bien la obra de Rowling, entregándonos desde "La Orden del Fénix" imágenes increíbles, con una estética oscura, adulta y que logró captar el camino del joven mago hacia su destino final. Con el cierre de la saga realmente se lució en los aspectos técnicos de dirección ofreciendo planos y escenas fantásticamente logradas. Es mérito también de Yates, la conducción sobre los 3 protagonistas que crecieron mucho en la interpretación, adueñándose de sus personajes, sobre todo Daniel Radcliffe que se comió el papel de Harry Potter. El resto del cast cumple de manera respetable con su trabajo, resaltando las actuaciones de Ralph Fiennes y Alan Rickman (que nos dio un Snape perfecto).
De la historia no vale mucho la pena hablar en esta crítica, ya que los lectores y los fans de la saga cinematográfica la conocen muy bien, y si son primerizos en la dimensión Potter o no han visto la mayoría de los films, no entenderán nada de todas maneras aunque haga un gran esfuerzo debido a la complejidad de la trama. La conclusión es épica, la amistad es el gran triunfo Rowling, los miedos y las alegrías de los adolescentes el gran motor de una historia que quedará en el corazón de muchos.
Un aspecto que me desilusionó un poco la verdad, tiene que ver con la rapidez con que se cierran algunos acontecimientos que deberían haber sido más desgarradores, más emotivos y más dramáticos, dándole espacio a muchísimas explicaciones y diálogos que tal vez son mejor dejarlos que el espectador los moldee solo. Quizás es el estilo británico, un poco frío y duro que no da mucho lugar a los sentimientos, pero me quedé con la sensación de que la muerte de Cedric Diggory en "El Cáliz del Fuego" me golpeó de una manera que no pude experimentar en las "Reliquias de la Muerte", y eso que Robert Pattinson no me agrada para nada. La "muerte" en entregas anteriores tiene una carga emotiva, que por la velocidad de esta última película se termina perdiendo un poco. En "El Retorno del Rey", cierre del Señor de los Anillos, recuerdo haber terminado con una sensación que combinaba alegría con tristeza, vértigo con satisfacción, y en este caso me quedé un poquito corto.
Creo de todas maneras que Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte II es una conclusión que en general no va a decepcionar a los seguidores, que otorga muchas complacencias a las imágenes mentales de sus fans y que presenta el fin de un mundo mágico que compartió el crecimiento de un enorme número de muggles que se van melancólicos pero agradecidos como pocos.