Guerra Mundial Z

Crítica de Santiago García - Leer Cine

CUANDO LOS ZOMBIS NOS ALCANCEN

Los zombis viven un nuevo esplendor. Son, literal y metafóricamente, no muertos dentro del imaginario del cine. Están más vivos que nunca. Su historial es enorme y atraviesa la historia del cine sonoro, además de su éxito en el videojuego y la televisión. Incluso varias comedias de horror han logrado hacer de los zombis grandes personajes para el humor. Guerra mundial Z es una apuesta fuerte, sin duda la más ambiciosa a la hora de apostar a un cine con zombis. El resultado está a la altura de la exigencia.

Gerry Lane (Brad Pitt) ha dejado su trabajo en las Naciones Unidas para estar más tiempo con su familia. Pero una emergencia mundial provoco que se lo vuelva a convocar de forma urgente. Convocar y rescatar a la vez, porque está en el medio del caos. Y ese caos es una pandemia fuera de control que no es otra cosa que la propagación de zombis en todo el planeta. Aun antes de que se animen a hablar de zombis, la humanidad va derecho a la destrucción total. O al menos eso es lo que parece.

Guerra mundial Z se basa en la segunda novela de Max Brooks, nada menos que el hijo de Mel Brooks y Anne Bancroft. Se trata, sin embargo, de una adaptación muy libro, generando un inequívoco protagonista que es el personaje de Brad Pitt. Sin embargo, una mirada al libro podría explicar la estructura del relato, donde hay grandes, impactantes e intensos momentos, aunque la unión entre los mismos sea poco natural. Sin embargo no hay que juzgar el film por su relación con el libro, sino observar como la adaptación imposible es resuelta con reglas básicas del cine clásico, como lo es sin duda el protagónico claro para una sencilla identificación de los espectadores.

El director Marc Forster, poco interesante director capaz de pasar de un film aceptable a un bodrio legendario, hace su trabajo y la producción se encarga del resto. El primer acierto de la película es que arranca rápido. No hay muchas vueltas. En quince minutos Guerra mundial Z ya corre a todo tren. Se agradece esta urgencia, algo en contra de la costumbre actual de narrar todo desde el principio y de forma minuciosa. A la película se le podrán objetar muchas cosas, pero su energía y su ritmo son indiscutibles.

La película es enorme, las escenas con las multitudes de zombis son escalofriantes. Aun así, la película se las ingenia para pasar del despliegue descomunal a las escenas de terror más pequeñas, cargadas de suspenso. Pero lo que tal vez le cueste es generar humanidad a la historia en la primera parte. Recién cuando llegan a Israel y aparece Segen, la soldado del ejército (interpretada por Daniella Kertesz) es cuando por primera vez la historia emociona. Gerry salva a la valiente Segen y cumple con la idea del Talmud de que "Aquel que salva una vida, es como si salvase al mundo entero". Aquí es literal, y por lo tanto muy emocionante. Ambos personajes unidos funcionan muy bien y dan lo mejor en la película a nivel dramático. La actriz, además, conmueve más que Brad Pitt, no tan efectivo en esta película, aun cuando su protagonismo y carisma estén presentes.

Las lecturas sociales y políticas habituales en los films de zombis acá parecen repetirse y hay varias situaciones que invitan a hacerlo, pero no hay una clara e inequívoca interpretación para el todo. El film es pura intensidad y las ideas no son tan evidentes. Pero bastaría ir escena por escena para comenzar a aventurar teorías. Sobre todo en las ideas alrededor de cómo solucionar el gran conflicto del film y también su origen. La naturaleza sabe lo que hace, insinúa el científico, y a juzgar por el final, es posible que se trate de la naturaleza limpiando esa especie numerosa y alborotada que somos los humanos.

Si hay muchas y variadas escenas memorables, hay que decir que el remate no parece estar a la altura o si acaso podemos hablar de remate. Lo cierto es que de la misma manera que empieza bien arriba, parece prometer seguir arriba por mucho tiempo más aun después de terminar en calma. Es un final un tanto abrupto pero darle un cierre final a todo tampoco habría sonado muy lógico y creíble luego de ver como crecía la situación. No hay que pedir secuelas porque no siempre dan buenos resultados, pero sinceramente tengo ganas de saber cómo sigue esta guerra mundial contra los zombis.