Gricel. Un amor en tiempo de tango

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Amores que no terminan

La ópera y el tango son géneros musicales que comparten descripciones de historias donde los sentimientos a veces trágicos otras no juegan un rol principal y donde las palabras y las frases que se dicen perduran como esos amores que pese al olvido y al paso del tiempo quedan enquistados entre la ilusión de lo que pudo haber sido y lo que finalmente fue.

Detrás de toda canción o de cada verso hay una historia que le da origen o un sentimiento que la motoriza para que su creador deje plasmada la experiencia de lo vivido o lo sentido. Y si ese autor además cuenta con un don poético cualquier hecho sencillo puede tornarse con las palabras justas en una poderosa historia de despecho; de amor; de culpa, de traición o resignación, teñida de nostalgia o melancolía.

La nostalgia supone siempre un viaje hacia el pasado mientras que la melancolía deja una foto o un fragmento de ese pasado que se cristaliza en un recuerdo y no se rompe jamás.

Este prólogo sirve para situarnos en esta propuesta documental, Gricel, un amor en tiempo de tango, del director y cantante lírico Jorge Leandro Colás, quien en el proceso del armado de una ópera para narrar la historia de amor entre una joven y el letrista José María Contursi realiza una investigación para desentrañar la figura de Gricel, esta misteriosa musa que inspirara al escritor a dedicarle el famoso tango que cuenta con la música de Mariano Mores.

El documental adopta la estructura musical de una ópera al establecerse el espacio para la obertura, los tres actos y el epílogo, donde se entrelaza el viaje desde Buenos Aires a Córdoba para tomar contacto con el lugar exacto donde Contursi y la muchacha vivieron sus años de romance clandestino al comienzo y que tras la viudez del compositor volvió a renacer 30 años después del último adiós y hasta el final de sus días.

Los testimonios de primera mano que por un lado cuentan historias sobre la pareja donde claro está se destaca el intercambio de cartas o la mirada de la hija de Contursi, que aceptó el romance de su padre y también entendió su culpa y alejamiento, van apareciendo a medida que el director y protagonista del documental indaga y trata de explicarse cómo una historia de amor puede dejar una huella tan grande en el tiempo.

Existen por otro lado ciertas conexiones entre este documental y aquel realizado por Sergio Wolf Yo no sé qué me han hecho tus ojos al preguntarse sobre el olvido y los recuerdos y salir a buscarlos más allá de que ambos parten de la base de un tango como pretexto de búsqueda.

Jorge Leandro Colás renuncia a la voz en off para que su película le dé protagonismo a las diferentes voces que pueden señalarse como el coro de esta ópera, que se acerca de manera muy personal y original a la figura de José María Contursi, un letrista y poeta increíble que en su homenaje al olvido y al amor escribió en el tango Gricel:

Me faltó después tu voz

y el calor de tu mirar

y como un loco te busqué

pero ya nunca te encontré

y en otros besos me aturdí…