Gorri

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Retrato de una ausencia

¿Cómo hacer (o seguir, o repensar, o terminar) un documental sobre alguien que se muere en la mitad del proyecto? Eso es lo que le ocurrió a Carmen Guarini con el inmenso pintor Carlos Gorriarena, fallecido en enero de 2007, a los 81 años.

La "solución" que encontró la directora de Tinta roja y Meykinof fue retratar esa súbita ausencia y reflexionar sobre cómo se reacomoda todo (la familia, la obra, la valoración crítica) cuando ese artista genial y magnético ya no está.

Por supuesto, Gorri -un peronista algo anarco, bohemio y antiestablishment, irónico y provocador- está presente en apariciones públicas, en la cotidianeidad de su entorno íntimo, en una cena con amigos en el restaurante El General, en un intercambio con "locos", en su taller, pero esta vez el documental biográfico deja lugar a la influencia (la ausencia) que queda en su viuda, en sus hijos, y en el mundo del arte en general.

Aunque no siempre fluye de la misma manera, el relato, el acercamiento póstumo a la figura de Gorri y la apuesta general de Guarini resultan tan audaces como finalmente bastante logrados. Un documental valioso.