Gnomeo y Julieta

Crítica de Natalia Trzenko - La Nación

Un film de animación shakespeareano con canciones de Elton John

Los años pasan, la tecnología avanza, el cine se entusiasma con el 3D pero algunas cosas permanecen. Entre ellas, el atractivo y las posibilidades narrativas que aporta un relato clásico como Romeo y Julieta, que ahora tiene una nueva reencarnación como film animado en 3D y protagonizado por dos familias de enanos de jardín que viven en casas de la calle Verona. Como los juguetes de Toy Story, que tienen vida y sentimientos más allá de la que sus dueños imaginan, en estos poblados de cerámica el viejo enfrentamiento entre Capuletos y Montescos continúa. Y se agrava cuando el joven Gnomeo conoce y se enamora de la vecinita de enfrente, que da la casualidad que es una Capuleto.

Con iguales dosis de ternura y guiños para los conocedores -aunque sea superficiales- de la obra de William Shakespeare, la película cuenta con el valor agregado de las canciones de uno de sus productores: Elton John. A pesar de que el film se estrena en la Argentina doblado al castellano -una verdadera pena porque las voces originales incluyen a Michael Caine, Maggie Smith y Ozzy Osbourne, entre muchos otros-, los temas clásicos de la estrella británica aparecen en su inglés original y sin subtítulos. Y hasta uno de los personajes se sienta al piano con todos los oropeles que hicieron famoso a John.

A partir de la muy conocida y versionada historia de los amantes desgraciados, el director Kelly Asbury (Shrek 2) y la casi docena de guionistas del film decidieron tapizar cada escena de él con referencias a la cultura popular que probablemente el público infantil no comprenda. Así se apilan chistes y homenajes que incluyen a Belleza americana, Borat, los Muppets y El tigre y el dragón, entre muchos otros. En esa acumulación que parece pensada para que los padres quieran llevar a sus hijos a ver un film animado, Gnomeo y Julieta pierde algo de la dulzura que compensaba su evidente falta de originalidad.