Gnomeo y Julieta

Crítica de Emiliano Fernández - CineFreaks

Una tragedia de jardín

Nunca está de más recordar que en el ámbito artístico a veces las buenas intenciones no alcanzan y lo que es peor pueden llegar a convertirse en un signo irrevocable de que el talento debería ir primero. El realizador Kelly Asbury, en su debut en solitario luego de las películas colectivas Spirit: El Corcel Indomable (Spirit: Stallion of the Cimarron, 2002) y Shrek 2 (2004), al momento de entregar su tercer opus se queda en una experiencia sumamente rutinaria que apenas si funciona como un rip-off de Toy Story (1995) y sólo consigue despertar alguna que otra sonrisa sutil a fuerza de autorreferencias continuas.

Si bien transformar a Romeo y Julieta de William Shakespeare en una especie de “tragedia de jardín” protagonizada por gnomos de cerámica no es del todo una mala idea, el producto final defrauda esencialmente porque no logra ir más allá de una prolijidad demasiado gris a la que le falta encanto y simpatía. Para colmo el doblaje al castellano no ayuda aunque pareciera que la versión original compensa los fallidos con un ejército de voces famosas; basta con nombrar a Michael Caine, Patrick Stewart, James McAvoy, Emily Blunt, Jason Statham, Jim Cummings, Maggie Smith, Ozzy Osbourne, Hulk Hogan y Dolly Parton.

La historia se centra en la enemistad entre dos vecinos humanos, el Señor Capuleto y la Señora Montesco, que desde ya se extiende a la decoración antropomorfizada de los patios de sus respectivas viviendas. Esta cíclica “guerra de guerrillas” basada en eternas venganzas mutuas se quiebra con el amor entre rivales, así de a poco la premura del contexto jugará un papel fundamental en el destino de la unión. Claramente el principal punto a favor del film pasa por el haber convencido a Elton John, cargo de “productor ejecutivo” mediante, para que brindara la autorización con el fin de utilizar sus clásicos.

En buena medida la banda sonora dice más acerca de los personajes que el propio guión, circunstancia que nos pinta de pies a cabeza el hecho de que la cantidad de firmas no suele ser proporcional a la calidad (en esta ocasión tenemos siete apellidos detrás de una trama que le puede resultar previsible hasta a los más pequeños). A pesar de que cuenta con un puñado de situaciones jocosas y la animación está bastante bien para un proyecto con un presupuesto moderado, Gnomeo y Julieta (Gnomeo & Juliet, 2011) adolece de un desarrollo narrativo estéril y termina cayendo en esos mismos lugares comunes de siempre.