Gigantes de acero

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

El Robot del Pueblo

Real Steel o Gigantes de Acero es una de esas películas que uno está esperando que sea una fallida movida hollywoodense, una cinta a la que prejuzgamos y de la que no esperamos nada más que efectos especiales y peleas CGI... pues NO. Me llevé una muuuy grata sorpresa cuando fui a verla al cine (sin muchas expectativas debo admitir) con mi novia y sus hermanos. La verdad es que me pareció increíblemente entretenida, con ese tipo de "halo" que se da cada tanto en estos tipos de películas puramente comerciales. Debería empezar a confiar más en las elecciones del gran Hugh Jackman, que algunas veces le ha pifiado como con el Bodrius Eternus "Van Helsing", pero que en general es muy cuidadoso para seleccionar sus proyectos, que en su mayoría han resultado ser de mi agrado.
La historia trata sobre el ex boxeador Charlie Kenton (Hugh Jackman), un tipo con una vida bastante desastrosa, que incluye un hijo sin reconocer, negación para comprometerse con nada ni nadie, ni siquiera con él mismo, y un pésimo talento en los negocios, lo que lo convierte en un tipo bastante buscado por sus acreedores. Para ganarse el día a día, está metido en el sub mundo del boxeo con robots, participando en ferias de mala muerte que lo único que hacen es traerle más gastos. Como para empeorar la cuestión, le notifican que su ex novia ha muerto y como único pariente directo de su hijo al que no ve hace 11 años, debe hacerse cargo de la tutela. Este nuevo acontecimiento lo llevará a descubrir un nuevo Charlie que deberá ganarse el afecto del pequeño Max, pasando por una serie de situaciones que resultarán divertidas y emocionantes para los espectadores. ¡A mi casi se me cae una lágrima de emoción!!... En un film de ROBOTS BOXEADORES... He allí el toque del productor Steven Spielberg que sabe de estas cosas, y mucho.
En 1er lugar, algo que me pudo de este film, fue que me llevó por 2 horitas a mi infancia, a esa inocencia de sorprenderme con los robots boxeadores que aparecían en pantalla dibujándome una sonrisa en la cara en más de una pelea. Los efectos están muy bien ejecutados, transmitiendo la personalidad de cada personaje robótico que aparecía... Noisy Boy, Atom, Midas, Zeus... me los acuerdo a todos y me quedó bien marcado sus sellos particulares.
En 2do lugar, la historia central no es la pelea de robots, sino las idas y vueltas de la relación entre Charlie y su hijo Max, una cuestión que hemos visto mil veces en el cine, pero que por la calidad de los 2 protagonistas, se torna realmente entretenida. Hugh Jackman ("El Gran Truco", "X-Men") cumple muy bien su rol, yendo del tipo duro y langa, al padre tierno con ganas de superarse, pero el que realmente se robó la película es el pequeño actor Dakota Goyo ("Thor", "Defendor"), interpretando a Max Kenton con una frescura y actitud que resulta irresistible. Evangeline Lilly ("Lost", "The Hurt Locker") tiene un papel bastante secundario, pero que suma lo suyo como pilar de apoyo del desbandado Charlie.
Para resumir, no hay nada nuevo o artístico en la trama de "Gigantes de Acero", pero está tan bien combinada en la acción, el "drama" padre/hijo, los efectos, el ritmo y el humor, que la convierten en un producto particularmente irresistible. Muy recomendable para aquellos que quieren hacer una pequeña regresión a la infancia sin morir del aburrimiento en el intento (como me pasó con Transformers).