Frankenweenie

Crítica de Daniel Garabal - Clave Noticias

Un Tim Burton auténtico

Esta historia ya la vimos. Hace unos cuantos años atrás un joven e ignoto Tim Burton realizó “Frankenweenie”, pensado para largo pero que por el costo se hizo como cortometraje. Ahora, unos cuantos años de edad y experiencia después, Burton se da el gusto de llevar la historia a un largometraje con el sistema stop-motion (cuadro a cuadro), en blanco y negro y convertido a un maravilloso 3D. La historia del pequeño Víktor Frankenstein, solitario y amante de las películas de terror, que solo tiene como compañero a su leal perro Sparsky, que lo acompaña, juega y hasta le hace de protagonista de los cortos de monstruos que filma el niño.

Cuando un auto atropella y le quita la vida a Sparsky, el pequeño, en base a lo que vio en una clase de ciencia, logra volverlo a la vida. El problema es cuando Sparsky se escapa y todo el mundo se entera de lo que había hecho el pequeño Frankenstein. La historia original era la misma, pero aquí, Burton se puede explayar y tomarse los tiempos necesarios para contarla como el quería, pero además le brinda un sentido y maravilloso homenaje a los film de terror de la Hammer y los japoneses de la época del Godzilla original.

Toda la historia tiene distintos guiños ya que no solo el nombre del protagonista (Viktor Frankenstein) lleva a esos recuerdos, sino también a otros personajes, como el niño Edgar E. Gore, o la hermosa vecinita Elsa Van Helsing. Todo es un homenaje en un film maravilloso con este tipo de animación como ya lo había hecho en “El Extraño mundo de Jack” y en “El cadáver de la novia”. Luego de un par de intentos que no fueron lo mejor de él como “Sombras Tenebrosas” o “Alicia en el país de las maravillas”, ahora vuelve a su primer amor y lo hace con toda su creatividad e inteligencia sumamente conocida y que tanto disfrutamos de Tim Burton.