Francofonía

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

Estrategias de supervivencia

Aleksandr Sokurov vuelve a sorprender, conmover y provocar con "Francofonia". Después de "Madre e hijo" y "El arca rusa", ahora hace foco en un tramo urticante de la historia: el de la ocupación alemana de Francia durante la Segunda Mundial y por qué París, y especialmente el Louvre, se salvaron de las bombas nazis.

   El filme reconstruye esa historia de manera magistral y con dos líneas narrativas. La del propio director y una metáfora sobre los museos, y la que reconstruye el encuentro, en 1940, entre Jean Jaujard, el director de los Museos Franceses, y Von Metternich, el enviado del Reich para asegurar la protección del patrimonio cultural de la ciudad.

   Con tramos de ficción e imágenes de archivo, como Hitler recorriendo su nueva posesión, o de Petain reunido con su gabinete, la cámara de Sokurov se transforma en cada tramo de película con recursos técnicos originales. El director hace participar de su relato a Marianne (protagonista de "La libertad guiando al pueblo") y a Napoleón como el iniciador de la colección. Sokurov, a través de ellos, se interroga sobre las ambiguas relaciones entre guerra, poder, política, arte, vida y muerte, y sobre las ideas de coraje, dignidad, traición y pragmatismo. "Francia, qué suerte tuviste de que tu hermana Alemania reconoció tu derecho a la vida", dice en un momento, aunque no olvida que la masacre continuaba en la otra mitad del mundo.