Francia

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

De la poética infantil a la crudeza de los adultos

Con Francia, Israel Adrián Caetano da un giro inesperado en su carrera. Se trata de una producción modesta (casi en la línea de sus primeros trabajos), que vuelve al drama familiar intimista (con algo de Un oso rojo, pero sin elementos del thriller) y que sorprende con una vuelta de tuerca -no del todo lograda- hacia el happy-end y el crowd-pleaser. Un vuelco que el público marplatense agradeció con fuertes aplausos, pero que termina en la película más complaciente y autoindulgente de toda su filmografía.

Familia disfuncional, padres separados, una niña con serios problemas escolares, de conducta y de atención (interpretada por la propia hija del director), dificultades laborales, crisis económica, hombre golpeador, diferencias de clase... Esos son algunos de los elementos sobre los que Caetano construye un film que pendula (sin encontrar muchas veces el eje) entre la fantasía infantil y el drama adulto, entre el relato narrado desde el punto de vista de esta chica de 12 años o desde la mirada angustiosa y desesperada de sus padres.

Es cierto -casi no hace falta reiterarlo- que Caetano es un narrador consumado, un sólido director de actores y un cineasta con buenas ideas visuales y dramáticas, pero Francia está lejos de ser una película sólida y redonda. Casi podríamos decir que se trata de un film fallido en relación con su obra previa. Igual, no deja de ser un trabajo con ciertos hallazgos, muy sentido (con cierto sesgo autobiográfico) y, por qué no, valioso.