Flores de septiembre

Crítica de Marcelo Oliveri - El rincón del cinéfilo

Conmovedor homenaje a los estudiantes víctimas del proceso militar

Una vez más el cine argentino se ocupa de los estudiantes secundarios y de la represión ejercida hacia ellos en los años ‘70.

“Flores de septiembre” es la historia de esos alumnos, muchos desaparecidos y evocados por los sobrevivientes. El documental hace pie en lo que le pasó a los alumnos del Colegio Nacional Carlos Pellegrini. Vidas de apenas 16 ó 19 años mutiladas o silenciadas por dictadores y torturadores.

Esta realización es un ejemplo de lo que nos pasó y una enseñanza para las nuevas generaciones las que, gracias a Dios, siguen luchando.

Ver los nombres de los estudiantes desaparecidos en la placa que hay en el patio del colegio es una evocación de esas víctimas de la dictadura, y de muchas otras anónimas sucedidas en la Argentina entre 1976 y 1982.

La bella poesía de Luis Alberto Spinetta y las imágenes nos hacen llorar cada vez que recordamos aquellas vidas segadas en siete años de totalitarismo.

La realización, más allá de todas las observaciones que se le pueda formular en cuanto a su tratamiento cinematográfico, sacude el recuerdo de la generación que afrontó aquellos años amargos, a la vez que sirve para llamar a la reflexión a cuantos tuvieron la fortuna de haber nacido con posterioridad a los años de plomo.

“Flores de septiembre” se integra a los títulos de una temática que duele a los argentinos, que hasta puede hacernos mal el verlos, pero que en el fondo debiéramos ver para no olvidar esa parte de nuestra historia reciente.

Imprescindible verla, sobre todo por la juventud inquieta, que en su natural rebeldía aspira generar un mundo más justo, más honesto y más humano.