Flores de septiembre

Crítica de Diego Lerer - Clarín

Adolescencia interrumpida

Se estrena el documental centrado en alumnos desaparecidos del Colegio Pellegrini.

Flores de septiembre , la película de Pablo Osores, Roberto Testa y Nicolás Wainszelbaum, que se terminó de rodar en 2003 y recién ahora se estrena en salas, cuenta la historia de los alumnos del Colegio Carlos Pellegrini que, durante o después de su paso por esa institución, fueron desaparecidos por la dictadura.

El filme funciona casi como un documento testimonial de una época en la que el horror solía colarse en las cosas más pequeñas y cotidianas. “No había un cartel diciendo: ‘Usted está en una dictadura’. Creíamos que lo que pasaba era normal”, dice uno de los entrevistados, de apenas 13 años al momento del golpe. Ese dato es clave: muchos de los chicos que empezaron a militar en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) tenían entre 13 y 15 años y, en pleno entusiasmo revolucionario de la época, tal vez no eran del todo conscientes de lo que podía suceder.

El filme es una colección de entrevistas –acaso un recurso formal algo reiterativo- a alumnos, docentes, autoridades y padres que dan contradictorias versiones de lo que sucedió en la escuela a lo largo de una década, empezando por el fin de la dictadura 66/73, pasando por la “primavera” del regreso de Perón, luego el ascenso de José López Rega y la Triple A, el golpe propiamente dicho hasta llegar a la caída de la dictadura y el regreso de la democracia en 1983.

Esos testimonios dan cuenta del clima que se vivía en el colegio, de los pequeños actos de represión, de los ánimos de cambio de los alumnos hasta empezar a centrarse en casos concretos de los que desaparecieron, o bien de los que fueron secuestrados y lograron salir, casi siempre a partir de testimonios de amigos y familiares.

Si bien el filme tiene evidentes limitaciones, si se quiere, visuales (uno podría escuchar gran parte de la película y no cambiaría demasiado), Flores de septiembre es un documento clave para recuperar esas historias de adolescentes que, militantes o no, fueron aplastados por un aparato represivo demoledor. En una edad en la que recién estaban empezando a entender de qué se trataba todo, la violencia y la muerte los pasaron por encima.