Fabricantes de mundos

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Desde abril y hasta fines de mayo, todos los jueves a las 19hs se presenta en el Centro Cultural de la Cooperación este esperanzador documental del documentalista Diego Braude.
Fabricantes de Mundos son varias historias en una historia; como un “simple acto”, una “simple actitud” puede modificar la vida no solo de quienes adoptaron esa decisión, sino de todo un pueblo.
Podríamos decir que su esquema es tripartito, por un lado la cámara sigue a Néstor Mancini, actor de pura raza teatral que regresa a su Saladillo natal para formar un grupo de teatro vocacional en el pueblo. Será él quien lleve adelante buena parte de la travesía.
También está el otro lado del espejo, los integrantes del grupo, a quienes se ve y cuentan buena parte de su rutina cotidiana, de la vida en el pueblo, y de lo que para ellos significa el teatro y las clases.
De este modo empieza a configurarse un mosaico coral de historias entrelazadas, el cual termina de completarse con el tercer campo, el del pueblo general, que verá su esquema de vida modificado gracias al Teatro Comedia de Saladillo.
No es este un documental sobre “profesionales” de la actuación, pero sí es sobre gente que se toma la actividad muy en serio, quizá más seriamente que muchos de los que viven de la profesión. Acá hay pasión, hay vida y conexión; y eso se siente desde Mancini, hasta cada integrante del grupo y del pueblo que se siente orgulloso de sus vecinos.
Acertadamente, Braude no complejiza las cosas; deja que sean sus protagonistas quienes se luzcan y carguen con el peso de la cuestión.
Hay mucho de esperanza, de sueños cumplidos y por cumplir. Saladillo pareciera dar con esa idea de pueblo en el que todos se conocen, aún a quienes se fueron como Mancini.
Es otra forma de ver el teatro, es una forma de expresarse, de exteriorizar y darse a conocer, como un grito de reconocimiento. Braude y Mancini recuperan ese espíritu que muchas veces parece perdido.
Cada uno de sus integrantes tiene una historia distinta que contar, ninguna es más importante que la otra; y encuentran en lo teatral el modo en que todas esas individualidades se fundan.
Un documental para salir con el pecho lleno de esperanzas renovadas.