Extraordinario

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Del mismo director de Las ventajas de ser invisible, "Extraordinario", es una fábula melodramática sobre un niño con cierta deformidad y un gran carisma, y el impacto que su presencia causa en los personajes periféricos. El resultado final contradice su postulado. ¿Existe el subgénero drama de niños especiales?
Películas como "El gran Simón" o "D.A.R.Y.L". parecieran confirmarlo. Al igual de lo que sucede con muchísimas biopics, los guiones parecieran tener la necesidad de recalcar las peculiaridades de sus personajes centrales más allá de su condición que de por sí “los marca”.
Sí, tienen enfermedades graves, son genios, o tienen alguna deformidad; pero además poseen un carisma arrollador y una capacidad para analizar el mundo como muy pocos mortales poseen. Este es el caso de Auggie (Jacob Tremblay, buen niño actor pero que se repite demasiado en sus papeles de “soy el niño que sufre y llora”) el segundo hijo de Nate (Owen Wilson) e Isabel (Julia Roberts), quien nació prematuro, sin terminar de desarrollarse completamente, lo cual le trajo todo tipo de complicaciones en sus primeros meses y años de vida.
Tuvo que ser sometido a variadas operaciones, reconstrucciones, y tratamientos específicos para paliar esa falta de desarrollo de un modo quirúrgico. A sus diez años de edad, Auggie tiene un rostro reconstruido, que algunos podrían considerar desfigurado; lo cual le hace sufrir el rechazo de la sociedad y consecuente aislamiento. A punto de comenzar el quinto grado, Auggie debe afrontar el reto mayor hasta ahora de su vida, dejar la enseñanza que le propinaba su madre en el hogar y concurrir por primera vez a una escuela tradicional.
¿Cómo reaccionará Auggie y los que lo rodean a este hecho? De esto trata Extraordinario. Basada en la novela best seller Wonder: La lección de August de R.J. Palacio, que luego se convirtió en una serie de libros. "Extraordinario" emprende el camino típico de estas historias, más allá de presentar la “vuelta de tuerca” de posar también su mirada en quienes rodean al chico.
Separada por capítulos con el nombre de los personajes, "Extraordinario" nos narra como la presencia de Auggie afecta positiva, y a veces negativamente según la postura, a la hermana, a un compañero de colegio, y a una amiga de la hermana; además de otros siempre presentes como los padres o los típicos niños abusones.
El inconveniente principal es que, si bien, se plantea la idea de que, más allá de su rostro, Auggie es un niño normal y merece ser tratado como los demás, rápidamente la misma película tira por tierra esa idea. Nos habla de la hermana o del compañero amigo, les dedica un capítulo. Pero no va más allá del título, porque a los cinco minutos los vuelve a abandonar para seguir hablando de Auggie y como con su forma de ser les da lecciones de vida a todos. ¿Quién no quisiera tener una madre maestra como Julia Roberts?
No solo posee la sonrisa más amplia del universo, sino que aparentemente es capaz de inculcarle a su hijo todo tipo de conocimientos, sobre todo en físico-química, que lo ponen al borde de ser un genio. Pero claro, mamá Isabel será todo lo contemplativa que es, pero no se compara con poder concurrir a un colegio en el que desde el primer día de clase, aún en los grados más inferiores, los maestros les enseñan cosas como postulados, o metas altruistas de vida.
Esto presentado con un grado de calidez y seriedad que lo transforma en aún más inverosímil. Todo es así en "Extraordinario", las frases de autoayuda salen de la boca de Auggie, sus maestros, sus padres, su director de colegio (Mandy Patinkin), y hasta algún compañero. Todos hablan y viven como si acabasen de leer un aforismo y estuviesen buscando el momento exacto para expresarlo y aplicarlo.
Puede haber personajes más complicados que otros, pero salvo uno solo (la madre del niño abusivo que en una sola aparición de pocos minutos arroja frases tan de villana per se, que hay que escuchar para creer), ninguno tiene intenciones adversas. Si hubo malas actitudes, el guion se encarga de buscarle la vuelta como sea, para que estén justificadas por algo y hacer ver que en verdad no quisieron actuar así, que no son mala gente, y merecen una chance.
El ejemplo más claro lo tendremos en el capítulo dedicado a la amiga de la hermana, un personaje con actitudes totalmente reprochables, al que se le intenta buscar una justificación y redención, pero si lo pesamos bien, esa justificación que le encuentra es peor que las actitudes tomadas hasta el momento.
En ese intento falso por mostrar el entorno, hay personaje que salen más favorecidos que otros. Nate, el padre, no tiene ningún desarrollo ni cumple una gran función durante toda la película, más allá de una escena puntual que parece llevarnos a otra película de Owen Wilson. Lo mismo con otros dos compañeros de Auggie una nena buena y el secuaz del abusón, dos personajes antojadizos que van, vienen, y desaparecen.
Pero por otro lado la hermana mayor de Auggie, Via (Izabela Vodovic); y su amigo y compañero Jack Will (Noah Jupe, presten atención a este chico a quien la semana pasada ya vimos en "Suburbicon"); son personajes mucho más interesantes, y si la película les hubiese prestado mayor interés, y hasta otorgado el puto de vista exclusivo a ellos, el resultado hubiese sido mucho más satisfactorio.
También podría haber optado por un tono más alegre y relajado, alejado del sermón melodramático, como sucedía en la similar y muy superior (e injustamente descalificada e infravalorada) "Jack" de Francis Ford Coppola. Stephen Chbosky, que viene de la mejor resuelta Las ventajas de ser invisible, y ahora se hará cargo de Prince Charming, no pareciera hacer gran cosa con el material que tiene a mano.
En los primeros minutos hace uso de un recurso llamativo que tiene que ver con la imaginación de Auggie y su fascinación por ser astronauta, para luego desecharlo y reducirlo a esporádicas apariciones publicitarias descaradas de "Star Wars".
Por el resto, en cuanto a fotografía y banda sonora, recae en lugares comunes y un tratamiento casi televisivo. "Extraordinario" tiene buenas intenciones como todos los personajes de la película. Pero su acumulación de clichés, golpes bajos, poco desarrollo en profundidad, y contradicción a la hora de plasmar su mensaje, dejan poco y nada para destacar en este producto destinado a eternizarse en las proyecciones de tv a la hora del té con masas.