Eva de la Argentina

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

La conjunción del experto en cine de animación José Luis Massa con la periodista, escritora y ahora realizadora María Seoane y el recientemente fallecido dibujante Francisco Solano López da como resultado una obra de genuina calidad plástica e ideológica, acercando la figura de Eva Perón a un terreno artístico inédito.

Massa, director de títulos dirigidos al público infantil y productor de la notable Boogie el aceitoso, encara una búsqueda estética y temática diferente, que coincide con la calidad gráfica de los trazos de Solano López. Por su parte Seoane, como orquestadora de este trabajo abarcador y ambicioso llamado nada menos que Eva de la Argentina, se propone enaltecer la figura de una líder popular que traspasó los límites de un país y se transformó en un mito universal.

Con ecos de la francesa Persépolis, basada en la historia autobiográfica de una niña iraní que huye de un régimen fundamentalista, el film va desarrollándose con una atrayente visión del género. Aquí la pequeña Eva Duarte atraviesa por su propia epopeya, en este caso sin huir de ningún poder hegemónico sino por el contrario acercándose, luego de una infancia difícil, a un incipiente movimiento del que será parte de manera indisoluble.

Narrada y protagonizada por el periodista y escritor Rodolfo Walsh -otro hallazgo de la película-, Eva de la Argentina describe a esa mujer revolucionaria, amada y odiada, que tras su dolorosa muerte atravesó con su cadáver por un tormentoso periplo. En algunos tramos aparece algún exceso de enfatismo partidario, pero los buenos recursos expresivos, la tarea de Carlos Portaluppi y Carlos Russo en las voces en off, los cuidados apuntes sonoros de Gustavo Santaolalla y la bella canción final de León Gieco enmarcan una pieza apasionada y apasionante.