Escribiendo de amor

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

En busca de una nueva oportunidad

Un guionista que conoció el éxito quince años atrás acepta un trabajo como profesor de escritura mientras intenta encontrar un nuevo rumbo en su vida. Tanta cátedra sobre los recursos del guión, acá no dieron muchos resultados.

Del mismo director de Letra y música y ¿Y dónde están los Morgan?, Marc Lawrence, llega otra comedia romántica protagonizada por Hugh Grant, rostro emblemático del género, en esta historia que bucea en la vida de Keith Michaels, un guionista que llegó a ganar un Oscar quince años atrás, y ahora, al borde de los cincuenta, está separado y todavía es recordado por ese éxito.

Incapaz de que sus ideas resulten tentadoras para la industria del cine, acepta un trabajo como profesor de escritura en una población alejada de Los Angeles. Allí conoce a Holly -Marisa Tomei, ¡grandecita para este tipo de papeles!-, una madre soltera que lucha con dos trabajos para poder obtener el título universitario. A pesar de que Holly tiene un novio nuevo y de que Keith no es capaz de mantener su romance en secreto, los dos se sienten identificados por su necesidad de una segunda oportunidad.

Escribiendo de amor carece de grandes gags y situaciones graciosas, y el poco interés que despiertan algunas escenas se le deben a su protagonista, un autor que está reescribiendo los nuevos capítulos de sus días. En la trama aparecen una alumna seductora que lo lleva a la cama; la encantadora Holly; el director del instituto -J. K. Simmons, el profesor de Whiplash- y las lágrimas cotidianas que le provocan sus mujeres, y un nerd que se transforma en un ingenioso guionista de la clase.

La película no ofrece más sorpresas que la de un cálido romance otoñal que enfrenta obstáculos. Quizás los seguidores del género salgan conformes después de ver la película, pero lo cierto es que tanta cátedra sobre los recursos del guión, aca no dieron muchos resultados.