Errantes

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

Todas las caras del conflicto

El documental Errantes (2011) demuestra que los puntos de vista son fundamentales para comprender un conflicto. En este caso, el problema habitacional que tiene la Capital Federal focalizado en los habitantes de La Lechería ubicados en la zona de La Paternal ordenados a ser desalojados y reubicados en el barrio de Mataderos. La negativa de los vecinos, la influencia de los medios y la ausencia del Gobierno de la Ciudad son claves para entender la complejidad del asunto.

De manera muy inteligente, el documental dirigido por Diego Carabelli y Lisandro González Ursi, nos adentra en el conflicto mostrando primero la destrucción edilicia. Toda una declaración de principios de las políticas habitacionales de la ciudad. Rápidamente se da paso a los registros televisivos del tema: cámaras y comentarios que estigmatizan la pobreza. Recién luego nos adentramos en la vida de los habitantes de La Lechería.

La Lechería se era una antigua fábrica abandonada que fue ocupada en 1979 y albergaba 85 familias hacia 2008. El lugar se encontraba en condiciones paupérrimas de vivienda junto a las vías del Ferrocarril San Martín. Por orden judicial el asentamiento debía ser desalojado y los habitantes, organizados bajo la cooperativa “Los bajitos”, lograron que el gobierno porteño les otorgue un terreno en el barrio de Mataderos. Al momento de la mudanza aparece otra cara del conflicto: los antiguos vecinos de Mataderos que se resisten a la llegada de los nuevos habitantes. Intercede la policía y la situación que parecía una solución se termina agravando.

Es interesante escuchar los argumentos de los vecinos “en internet dicen que son mala gente” auguran, dejando en claro la influencia discriminadora de los medios de comunicación. La película, luego de darle el tiempo y el espacio para que el espectador comprenda los deseos y frustraciones de los habitantes de La Lechería, vuelve a los registros televisivos del caso para mostrar así la construcción de la opinión pública que llevan a cabo los medios de comunicación y que reiteran como voz propia los vecinos de Mataderos.

Después de la condescendiente Elefante blanco (2012) era necesaria una mirada que abarque todos los puntos de vista de un conflicto ligado a la marginalidad para comprender el alcance y condicionamientos sociales de los hechos.

Errantes proporciona de esta forma una mirada inteligente y profunda sin quitarle complejidad al problema habitacional de la Ciudad de Buenos Aires pero también a la marginalidad condenada socialmente por los medios y políticas gubernamentales porteñas.