Errante

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

Adriana Lestido dirige en “Errante” su primera película. Proveniente del campo de la fotografía, se internó en un itinerante recorrido a lo largo de tierras islandesas y noruegas. Durante un año y medo, bordeando el círculo polar ártico, se adentró en lo desconocido y lo inhóspito, con apenas tres elementos en su poder: cámara, micrófono y trípode. La soledad de la realizadora enfrenta la inmensidad del lugar, entregándose a la transformación de la naturaleza. El imán de la Tierra sobre el que trabaja la permanencia y la transitoriedad renueva ciclos. Existen estados anímicos que espejan el comportamiento de cada una de las cuatro estaciones. Con gran belleza estética, Lestido captura sobrecogedoras imágenes del entorno. Como resultado, desfilan ante nuestra mirada auténticas meditaciones visuales.

Filmada en tiempos de pandemia (y sujeta a los tiempos de rodaje por tal condición), “Errante” fue estrenada el pasado 2 de junio en el espacio del Malba. Vertebrada por poderosas secuencias, los paisajes no intervenidos por la mano del hombre son captados por Lestido con una precisión y una capacidad de observación notable. Su virtud para transmitir inmediatas sensaciones a través de imágenes traslada al lenguaje cinematográfico la adquirida experiencia en el campo de la fotografía. La autora registra instantáneas por mera necesidad de comunicar aquello a lo que su vocación se entrega. influenciada por cineastas como Andrei Tarkovski, el suyo es un viaje en soledad, un traslado físico, emocional y existencial, concebido bajo la forma artística de un imprescindible documental.