Enredadas... pero felices

Crítica de Juan Samaja - CineFreaks

Historias enredadas y mal desenredadas

El relato presenta cuatro relatos que se irán entrecruzando a lo largo de la trama.

Historia 1: Sandy es una mujer divorciada, tiene dos hijos y una excelente relación con su ex-marido Henry hasta que éste se casa con Tina, una veinteañera sexy, con la cual Sandy sentirá que debe competir por la atención de sus propios hijos.
Historia 2: Bradley es el dueño de un gimnasio que ha enviudado recientemente y ha quedado a cargo de una hija adolescente y otra hija más pequeña. Todavía no ha podido superar la muerte de su esposa y no sabe afrontar el día de la madre junto a sus hijas.
Historia 3: Jesse y Gabi son dos hermanas que han ocultado sus vidas amorosas de sus padres conociendo de antemano que éstos son personas racistas y cerradas; Gabi está casada con otra mujer y juntas son madres de un niño; por su lado, Jesse está casada Russell, un hindú ,y ambos tienen un hijo pequeño.
Historia 4: Zack y Kristin son dos jóvenes padres; Zack insiste en casarse con Kristin, pero ésta se no termina de aceptar pues está atravesando un proceso de crisis de identidad asociado con que sabe que es adoptada y ha decidido conocer a su madre biológica (Miranda), una estrella de la televisión que ha llegado recientemente a la ciudad.

La película presenta, a mi entender, tres grandes defectos estructurales: 1) ausencia de un tema orgánico central en torno del cual puedan girar el resto de las historias; 2) personajes demasiado estáticos en sus caracterizaciones, sin modulaciones emocionales que se limitan a realizar las acciones que se deducen de las primeras impresiones que ha dejado en el espectador; 3) resolución mágica de los conflictos y evasión de la dramaticidad conflictiva.

El formato del film de sketch o de pequeas historias es siempre un problema narrativo de difícil resolución para los realizadores que se manifiesta casi siempre en dos aspectos: historias desparejas en su propuesta o en su desarrollo; ausencia de vínculos que justifique la existencia del largometraje como algo más que una sumatoria de escenas, personajes y acciones. En el caso que nos ocupa, la ausencia de un tema orgánico que pueda hilvanar los relatos trae la desafortunada consecuencia de no poder ser más que colección un poco forzada de eventos y situaciones que, si bien resultan eficaces en el momento del visionado, dejan un regusto amargo y un sabor a poco cuando uno revisa la película al salir del cine. A esto se suma que el espacio de exhibición y desarrollo de cada historia, y de los personajes que la constituyen no es parejo (la historia 3 ha quedado a mitad de camino).

Por otra parte, los personajes no se desarrollan a lo largo del film, sino que se presentan y transcurren en eso mismo que ya sabemos que son, lo cual otorga al film una imagen demasiado estática de las relaciones y de los caracteres representados. No o hay sorpresas, no hay resistencias, no hay modulaciones en las personalidades, lo cual resta mucho interés dramático a las historias, a pesar de la eficacia local de las situaciones puntuales cómicas o emotivas.

Finalmente, la resolución de los conflictos se debe más a la lógica externa de un deus ex machina que a una lógica interna del relato; por ej. en la historia 2 la aparición de los padres de Gabi y Jesse y el descubrimiento de las vidas amorosas de las hijas, en vez de dar lugar a conflictos nuevos y renovadas situaciones cómicas, directamente queda resuelto de un modo inexplicable. En la historia 4, la culminación dramática que es el encuentro entre la madre y la hija podría haber sido la plataforma para el desarrollo de una ampliación del conflicto emocional, sin embargo el encuentro da lugar a una serie de resoluciones en dominó, que debilitan todo impacto dramático.