Empleadas y patrones

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Una relación siempre conflictiva

Es un documental creativamente contado y recuerda de algún modo y salvando las distancias, a "Monólogos de la vagina", de Eve Ensler, en el que los testimonios adquieren otro vigor dramático y social.

Las primeras escenas de este magnífico documental del cineasta panameño Abner Benaim, muestra los primeros planos de varias mujeres que responden a un amplio y preciso cuestionario. Las preguntas son: ¿sabe cocinar? ¿planchar? ¿cocina lasagnas?. "Planchar no, cocinar sí", responde una de las entrevistadas.

"Empleadas y patrones" escapa en todo momento al lenguaje narrativo convencional, por momentos es trepitante y el mismo ritmo de las palabras y los modos de hablar de mexicanas, panameñas y colombianas le otorgan una musicalidad especial a cada instancia de este filme, que intenta ser entretenido, sin esquivar el aspecto social y hasta conflictivo de las relaciones.

LOS AFECTOS

El director Abner Benaim deja que sus entrevistadas y su cámara vayan contando lo que sucede adentro y afuera de la casa, qué ocurre con los afectos de esas mujeres que a veces se alejan de su hogar y sus hijos, para cuidar los caprichosos niños de otros. A veces alguna de estas mujeres se vuelven imprescindibles para los chicos de la casa, en ausencia de sus padres y lloran largamente cuando ellas se toman un día de descanso, o se van de la casa.

Pero unos y otros saben que esas relaciones son así. Desde el vamos en la mayoría de las empleadoras existe la desconfianza, el temor a que la empleada cuente secretos familiares y todas creen que esa mujer que se encarga de lo cotidiano, es una especie de "esclava" a la que se puede reclamar a cualquier hora.

IRONIA Y CRUELDAD

Benaim es implacable, divertido y a veces hasta irónicamente cruel en mostrar esas relaciones, las que describe a través de un sinfín de anécdotas, desde aquellas que hacen referencia a la religiones paganas, hasta las que muestran a niños convertidos en monstruos, que reclaman los servicios de la empleada, luego que ellos vaciaron varios cajones de juguetes de su habitación, con muñecos de todos los colores que vuelan por el aire.

"Empleadas y patrones" es un documental creativamente contado y recuerda de algún modo y salvando las distancias, a "Monólogos de la vagina", de Eve Ensler, en el que los testimonios adquieren otro vigor dramático y social.

La mixtura cultural centroamericana le otorga un sabor especial de acentos y costumbres a este filme muy interesante de ver.