El último maestro del aire

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

10 razones para evitar este film (hay muchas más)

Lo reconozco sin pudor y con todas las letras: no me gusta el cine de M. Night Shyamalan. Lo mío -más allá del análisis formal, estético o técnico- a esta altura es ya una cuestión de piel, de sensibilidad, de visión del mundo. Su obra me pareció siempre -incluso con sus películas "buenas" como Sexto sentido o El protegido- pretencioso y burdo. Para mí, MNS es lo más parecido que hay a un farsante, a un encantador de serpientes, a un versero de la filosofía barata, la new-age, la espiritualidad, la energía interior y lo sobrenatural.

Para aquellos que aún siguen sosteniendo que MNS es un "autor", un artista profundo, un narrador consumado, los "invito" (casi como propuesta masoquista) a que vean El último maestro del aire. Al resto, trataré de explicarles a continuación por qué es mejor evitar este nuevo bodrio grandilocuente y vacío a la vez firmado por este indio suelto en Hollywood:

1- Es aburrida: Los 103 minutos de esta versión cinematográfica de la primera temporada de serie animada de Nickelodeon (Avatar: The Last Airbender) parecen no terminar nunca. El relato es pomposo, solemne, lento, previsible, torpe y... muy aburrido.

2- No luce: A pesar de los 150 millones de dólares invertidos, de la profusión de efectos visuales (CGI) supervisados por el argentino Pablo Helman, el espectáculo visual está muy por debajo de la media hollwyoodense.

3- El 3D es feo: la conversión se hizo a último momento y se nota. No hay un trabajo destacable con la profundidad ni con los efectos tridimensionales.

4- Las actuaciones son pésimas. Parece interpretada por no profesionales.

5- Los diálogos hieren los oídos. Por momentos, parecen dignos de un sketch de Diego Capusotto.

6- La mayoría de las copias son dobladas. Vi (sufrí) la versión en español (a esta altura, qué le hace una mancha más al tigre...) y el doblaje es realmente penoso. Habrá, de todas maneras, unas pocas funciones subtituladas en salas digitales.

7- No tiene público. La trama -la rebelión de los maestros del agua, el aire y la tierra contra los poderosos y tiránicos maestos del fuego- no tiene target: demasiado estúpida para adultos, demasiado rebuscada para niños y adolescentes.

8- Personajes sin empatía: ni los héroes ni los malvados tienen el más mínimo carisma ni encanto.

9- Música insoportabe. La banda sonora aturde y abruma.

10- Y, para colmo, parece que no termina aquí. Esta sería la primera parte de una saga y así está pensada desde el vamos (vean sino el final de esta película, que deja abierto el panorama para nuevas entregas). Si se anima a verla (ya está advertido de los riesgos), luego podría seguir padeciendo nuevas entregas.