El rostro de la medusa

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Creado por Melisa Liebenthal, que colaboró con el guión de Agustín Godoy, es una película que se transforma en un híbrido entre la ficción, el documental y el ensayo. La protagonista en un día de sus treinta años se despierta y cuando se mira al espejo y tiene otro rostro. Desde ese punto de partida que no tiene explicación en el film se abre un camino que transita lo fantástico y lo absurdo, pero también reflexiones audiovisuales en torno a las imágenes y el rostro tanto humano como de otras especies. Preguntas tan inquietantes que tienen que ver con lo que significa una cara, una huella, un nombre y qué realmente nos hace ser como somos. Qué queda de nosotros cuando nos miramos en un espejo y no nos reconocemos. Un tránsito que puede llevarnos a la locura o a reflexionar en profundidad sobre significados fundamentales. “Que rol juegan la mirada propia y la ajena, poner nuestra identidad en juego, elegir, como hizo la directora, a los animales que no tienen cara, que no tienen mirada y que no pueden proyectar su otredad”. Una película personal, jugada e interesante.