El reino secreto

Crítica de Iván Steinhardt - El rincón del cinéfilo

Prodigio visual para una atenta mirada microscópica del mundo

Luego del mega éxito mundial que fue “La era del hielo 4” el año pasado, llegó el turno del siguiente paso de Blue Sky Studios. A la cabeza del proyecto el director Chris Wedge, responsable de la saga anteriormente mencionada y de otros hitazos como “Robots” (2005).

“El reino secreto”, basado en el libro “Los hombres hoja y los bichos valientes” de William Joyce, narra la historia de Mary (Amanda Seyfried –voz en español de Leyla Rangel- una adolescente de padres separados que llega al lugar donde vive su papá, el Profesor Bomba (Jason Sudeikis -voz en español de Ricardo Tejedo), un hombre tan abocado a encontrar los secretos del ecosistema que perdió toda señal de vínculo familiar.

Provisto de cámaras, lentes infrarrojos, amplificadores y decodificadores de sonidos, el científico está desde hace años obsesionado con que la naturaleza tiene más de lo aparente y que seres diminutos habitan el bosque. Claro, es difícil hacerle el aguante a tal enunciado. Por eso el bueno y torpe del profesor tan sólo vive con un perro fiel, a pesar de faltarle una pata y un ojo.

Interesantísima metáfora que no es casualidad y puede tener más de una lectura. Es como si el perro representara a una familia con un miembro menos. El que no está y cuya falta es imposible de ignorar. Además es tuerto. Perdió la otra mirada. La visión periférica que ofrece al menos dos costados. Por estar ensimismado en lo suyo, el padre no puede darse cuenta de que la relación con su hija pende de un hilo finísimo entre la realidad y la fantasía que su teoría provoca en ella.

Esto es en el mundo humano.

En el bosque donde vive la Reina Tara (Beyoncé Knowles –voz en español de Gabriela Gómez- hay una constante lucha por mantener el equilibrio del círculo de la vida. Tara ejerce su magia para balancear el florecimiento y la putrefacción, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte y, por qué no, el bien contra el mal ejercido por un bicho llamado Mandrake (Christoph Waltz –voz en español de Humberto Solórzano-).

Hay una revolución en el bosque pues hay solsticio y es cuando la reina debe elegir el capullo heredero, quién se encargará de mantener aquello que Mandrake odia: el equilibrio.

Mary, en el lugar y momento equivocado (aunque todo sucede por alguna razón), es reducida a tamaño microscópico y se convertirá en la ocasional heroína de la historia. Allí conocerá a varios personajes, como Ronin (Colin Farrell -voz en español de Óscar Flores-), el guerrero encargado de custodiar a la reina, a su vez padrino de Nod, el joven rebelde que se niega a “deber ser”.

La palabra equilibrio define bastante el núcleo de “El reino secreto”. Su búsqueda se da tanto en el bosque como en las relaciones entre los seres vivos. Padre e hija pasan de no hablarse a vincularse, ella a su vez de no creer a tener otra mirada, mientras Ronin de regirse por mandato a entender y querer a Nod tal cual es… y así en el resto del cosmos planteado en la película.

Por supuesto, el mensaje para todos es ofrecer una visión microscópica del mundo para entender por qué cada uno de los componentes de la naturaleza forma parte fundamental de la misma. Después de todo, para que haya balance tiene que haber el mismo peso de un lado y del otro.

La realización es un prodigio visual con el cual el espectador puede deslumbrarse y conectarse. Así como sucede en el argumento,”El reino secreto” es un trabajo donde la música de Danny Elfman, el diseño de arte de Mike Knapp y, por supuesto, en la compaginación de Andy Keir y Tim Nordquist se amalgaman casi a la perfección.

Podría haberse agregado (a gusto personal) la injerencia negativa del hombre en este micro-cosmos, pero con la decisión tomada alcanza para entretener y sobre todo concientizar.