El predio

Crítica de Eduardo Benitez - HaciendoCine

Un llamado a construir memoria

Siete años atrás, el ex Presidente Néstor Kirchner hacía oficial la conversión del ex centro clandestino de detención, la ESMA, en un espacio pensado para la memoria. A través de un rigor formal que se vale de tomas fijas de un mismo tiempo de duración, El Predio, documental de Jonathan Perel a estrenarse mañana en el Cosmos UBA, da cuenta de la convivencia de los múltiples discursos y estrategias de memoria que buscan convertirse en hegemónicos.

-¿Cómo llegás a elegir el tratamiento estético de la película (largos plano fijos, sin testimonios a cámara, voz en off)? ¿Es algo que se "desprendió" a medida que rodabas o algo definido de antemano??

La puesta en escena fue algo definido antes de empezar a filmar. Tomas fijas de 30 segundos de duración es todo lo que filme. El prólogo, que contiene las únicas tomas con movimiento de la película, aquellos travellings de entrada a la ESMA, también fueron filmados pensando en que ocupen ese lugar en la película; una suerte de apertura previa al título. Este tratamiento estético era una condición de posibilidad de la película; la forma de buscar una distancia justa. No sé si hubiera podido empezar a filmar en un espacio que plantea tantos cuestionamientos éticos, narrativos y políticos, sin tener de antemano un sistema estético como programa.

- La película retrata cierto "estado" intermedio o inconcluso entre lo que queda del edificio que sustentó esa maquinaria de tortura y exterminio que fue la ESMA; y el espacio de memoria que se está gestando en su lugar ¿qué reflexiones -en términos de memoria colectiva- creés que deberia convocar la mostración de ese estado "en construcción?

Entiendo a la memoria como un ejercicio en permanente estado de “construcción”. Si nuestro presente más cotidiano es una constante lucha de discursos en conflicto, que pelean por la construcción de sentido, también lo es la memoria. Lo interesante de este momento particular del predio de la ex ESMA es que al estar en construcción permite que convivan múltiples discursos y estrategias de memoria posibles. Esta convivencia, que no es necesariamente armónica, ni siquiera deseable que lo fuera, podría perdurar en el tiempo, y encuentro en esta conflictividad y en esta lucha de relatos un cruce muy productivo para los ejercicios de memoria. Pero también podría pasar que de esto salga algún discurso unificador, hegemónico, que cierre el sentido en una dirección única. Entonces esta apertura de sentidos quedaría clausurada. Por esto me interesaba retratar este momento particular del sitio, cuando todavía las posibilidades están abiertas. Por eso la última toma de la película con la puerta abierta, llamando a la sociedad a participar de esta construcción. La memoria colectiva debería ser construida en base a la intervención de múltiples actores sociales. Los sobrevivientes y familiares más directos son aquellos que primero se ocupan del tema, y les debemos mucho de lo logrado en derechos humanos. Pero ante un crimen de lesa humanidad, es la sociedad entera que busca, o debiera buscar, reparación. Para esto deben participar de este debate otros actores sociales que parecieran no estar presentes en la actualidad. Mi película es la forma que encontré de poder participar yo mismo de este entramado de estrategias discursivas sobre la memoria.

- En su forma de contar con imágenes y sin palabras explicativas, hay cierta sintonía de El predio con el film que John Gianvito (Profite motive and the whispering wind) dedicó a la conmemoración de los luchadores sociales olvidados de E.E.U.U. ¿Estuvo orbitando este film en el proceso de producción de El predio? ¿Qué te ayudaron a pensar el abordaje de la Ex ESMA?

La obra de autores como James Benning, Heinz Emigholz o el propio Gianvito es una clara influencia de mi película. Cuando le mandé una copia a Gianvito, que a esta altura ya se convirtió en un querido amigo, le dije que El Predio era, entre otras cosas, un homenaje a Profit motive and the whispering wind. Las formas cinematográficas, sus recursos para intentar representar el mundo, implican no sólo cuestiones estéticas, sino que estas son inseparables de una política. Entonces diría que la influencia de Gianvito en mi obra es mucho más política que estética. Lo que esta detrás de estas formas cinematográficas es una propuesta de modelos alternativos, ya sean estos de representación cinematográfica, pero también, en última instancia, modelos económicos.