El plan B

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

De la mano de dos especialistas en ciclos televisivos, la guionista Kate Angelo (series Becker, Will y Grace y otras) y el director y productor Alan Poul (Six Feet Under, Roma, Big Love), aquí debutante en cine, la bella y carismática actriz y cantante Jennifer Lopez es la atracción principal de El Plan B. Una comedia romántica armada a su medida, que cumple con los cánones del género, pero que no está dotada de demasiadas luces. Quizás la idea básica que la propicia tenga su mérito, una mujer que rondando los cuarenta está empeñada en convertirse en madre, cosa que tras varias frustraciones de pareja decide que sea a través de un proceso de inseminación artificial. Pero la puesta en marcha de ese pretendido Plan B (o plan alternativo o de relevo, como apunta más apropiadamente el original,.Back-up Plan) tiene la particularidad que justo el día en que es fecundada conoce a alguien que reúne los requisitos necesarios para ser el hombre de sus sueños.
Jennifer López tiene en su haber una muy buena comedia romántica como Sucedió en Manhattan de Wayne Wang, en la que junto a Ralph Fiennes abordó una trama amorosa arquetípica pero creíble y emotiva. Evidentemente con El Plan B no pudo repetir esa impronta, no contó con la química necesaria en su partenaire, y lo propio se puede decir de los escasos momentos humorísticos y toques conmovedores. Es probable que el potencial público femenino al cual está dirigido el film encuentre temas de su interés -la ya dicha inseminación artificial que se suma al embarazo y la maternidad-, aunque para los varones también hay: el par de escenas que juega el personaje de Stan con un padre de tres hijos (Anthony Anderson) en una plaza. Una situación interesante que quizás daba para otro film, pero hablando de este, aquí tampoco se encuentran otros roles secundarios destacables, un punto clave para cualquier comedia. Para colmo, los mejores gags en el rubro embarazo ya estuvieron plasmados en Ligeramente embarazada, y aquí no pasan de ser grotescos y de escaso gusto.