El otro lado del éxito

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

La intimidad femenina desde una óptica masculina

Uno de los directores franceses más prestigiosos como Olivier Assayas (de 59 años durante el rodaje), una de las actrices más talentosas de ese origen como Juliette Binoche (50) y dos estrellas juveniles de los Estados Unidos como Kristen Stewart (24) y Chloë Grace Moretz (de apenas 17) conformaron una extraña pero virtuosa sociedad artística para Sils Maria, rebautizada para su estreno comercial en la Argentina como El otro lado del éxito.

El director de Irma Vep (1996), Los destinos sentimentales (2000), Demonlover (2002), Clean (2004), Las horas del verano (2008) y Carlos (2010) retoma aquí uno de los temas que lo obsesionan: el paso del tiempo. En este caso, lo hace a partir de la historia de María Enders (Binoche), una actriz que está en el pináculo de su carrera y en pleno proceso de divorcio. Acompañada por su joven asistente (y algo más) interpretada por una muy solvente Kristen Stewart, María viaja a Suiza para participar en un homenaje a su trayectoria y luego empieza a desarrollar un extraño proyecto ligado con su pasado.

Más de dos décadas antes, cuando era una desconocida actriz de 18 años, se había consagrado en el papel de Sigrid, una joven ambiciosa y encantadora que provoca el suicidio de una mujer madura llamada Helena. En la actualidad, le ofrecen protagonizar la misma obra teatral (que tiene mucho del universo de Rainer Werner Fassbinder), pero -claro- encarnando a Helena. Para hacer de Sigrid en la nueva versión, se contrata a JoAnn (Moretz), una figura en ascenso en Hollywood (Assayas incluye en un momento una divertida parodia a los films de X-Men).

Con bellas imágenes de fondo tomadas en el pueblo del título ubicado en las alturas de los Alpes suizos, con impecables actuaciones del trío protagónico, con el habitual talento de Assayas para la puesta en escena, con incisivas observaciones sobre las miserias y códigos del mundillo artístico y con la sensibilidad infrecuente de una mirada masculina respecto de la intimidad femenina, El otro lado del éxito resulta una propuesta quizás un poco ardua en algunos pasajes, pero casi siempre atrapante e incluso fascinante. Bienvenido sea, pues, este algo demorado estreno.