El juego de Ender

Crítica de Javier Galestok - RosarioCine

Días de Entrenamiento

Basada en la novela homónima escrita por Orson Scott Card, “El Juego de Ender” narra las aventuras de Ender Wiggins (Asa Butterfield, el niño de "Hugo Cabret", aqui totalmente inexpresivo), un chico superdotado que es separado de su familia y enviado a la academia militar internacional que adiestra peques al mejor estilo duro allí arriba en el espacio exterior.
Película bastante aburrida, llena de discursos histéricos y estériles, que parece prometer de a ratos y que solo cae en la caótica e incongruente peli que es: la nada misma.
De a momentos es una suerte de gran juego de video-game, diluída en efectos especiales, y que nos recuerda aquella frase histórica "La guerra la hacen los viejos y solo pierden los jóvenes".
Pero aparentemente el libro ha sido superador de esta propuesta fílmica que se va quedando a mitad de camino, y que pese a un elenco numeroso y destacado, donde están los adultos: Harrison Ford -parece incómodo de estar en el filme-, Viola Davis, la negra excepcional de "Historias cruzadas" y un personaje incoherente a cargo de un desaprovechado Ben Kingsley, más las jóvenes actrices: Hailee Steinfeld -de "Temple de acero"- y Abigail Breslin - "Pequeña Miss Sunshine"-, pero nada de esto alcanza, claro.
Si el supuesto futuro de la Tierra se jugara acá, vamos mal, y ya adivinamos el resultado.