El gato con botas

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

Cuando se estrenó Shrek 2, hubo un personaje que se robó todas sus escenas y, por momentos, opacó al ogro: el Gato con Botas. Inspirado en el personaje del cuento de Charles Perrault que lleva el mismo nombre, era una suerte de antihéroe latino que, cuando la espada no da resultado, conmovía a sus adversarios poniendo una tierna carita de víctima. Antonio Banderas fue el encargado de ponerle la voz y también la actitud, y ahora cuesta imaginar a ese personaje trabajado por otro actor.

Era cuestión de tiempo que se estrenara de una película protagonizada exclusivamente por el gato. Y por fin llegó a las salas, y en 3D.