El depredador

Crítica de Susana Salerno - Impacto24

Hagamos un pequeño repaso: “Depredador” (Predator, John McTiernan, 1987) fue protagonizada por Arnold Schwarzenegger y tenía un toque bélico; se luchaba por sobrevivir en medio de la jungla frente a un enemigo invisible y casualmente quien hoy es el director, estamos hablando de Shane Black, interpretaba a uno de los personajes era Hawkins; con “Depredador 2” (Predator 2 de Stephen Hopkins, 1990) la violencia llega a las calles de Los Ángeles, en un thriller urbano y violento; Predators (Nimrod Antal, 2010) en la cual uno de los productores fue Robert Rodriguez, está compuesta por un gran elenco, tiene mucha acción y gira sobre la lucha por la supervivencia.

En esta nueva entrega de la saga se desata una terrible violencia, cuando una nave extraterrestre se estrella durante una operación militar antidrogas y quien logra salvar su vida es el soldado Quinn McKenna (Boyd Holbrook), quien además puede preservar el casco y un brazalete alienígena y lo deja en su casa, allí viven su ex mujer y su hijo Rory McKenna (Jacob Tremblay, “La habitación”, “Extraordinario”) quien tiene ciertos problemas físicos y accidentalmente provoca el regreso de los depredadores a la Tierra.

En esta nueva historia vemos un muy buen manejo de cámara en un principio con un movimiento suave observamos la tecnología instrumental, el lugar, en una camilla del laboratorio se encuentra un Depredador atado y dormido por sedantes que todos allí observan. Como no podría ser de otro modo esta criatura despierta, rompe todas las cadenas que lo sujetaban, lucha contra todos y se desata un verdadero caos. La acción, las luchas, las batallas aparecen rápidamente, contiene un ritmo portentoso y no decae.

Al espectador acostumbrado a este tipo de relatos nada le cuesta imaginar lo que vendrá, resulta inquietante, su desarrollo se va bañando de sangre y líquidos; hay una cantidad importante de colores, cuerpos mutilados, decapitados, mucho humor, todo es exagerado, hay perros intergalácticos, grandes efectos especiales, cumple lo que propone, es decir, puro entretenimiento y el director te deja un indicio de que esto continuará. A más de treinta años de su estreno sigue atrapando generaciones.