El conspirador

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

La venganza no conoce leyes

Esta es la primera de las películas dedicadas a Abraham Lincoln que se estrenarán esta temporada. Hay dos más, "Lincoln" de Steven Spielberg y "Abraham Lincoln: Cazador de vampiros", de Timur Bekmambetov.

¿Por qué la figura del presidente norteamericano despierta tanto interés en este momento?, no se los sabe con certeza. Lo cierto es que "El conspirador" de Robert Redford, se propone hacer un homenaje patriótico, al hombre que tras ser asesinado, su cadáver cruzó los Estados Unidos y fue despedido por más de un millón de personas.

El filme que propone Redford sólo toma indirectamente la figura del ex presidente. No hay un actor que lo personifique, porque él no aparece ante la cámara, sólo se ve a alguien de costado, sentado en un palco viendo una comedia en una sala de Washington, antes de recibir el único y certero disparo que dio en el blanco, mientras un actor grita desde escenario "Sic semper tyranniss! (así siempre a los tiranos).

LA CONSTITUCION

A Lincoln se lo asesinó el 15 de abril, de 1865 y de lo que se ocupa el filme de Redford, es del conspirador del asesinato y de tratar de considerar culpable a la madre de ese instigador a la que se termina llevando a la horca.

La película centra su atención en las pujas políticas, entre aliados, testigos "comprados", escasos opositores y un gobierno que busca la venganza aún "pisando" lo que dice la Constitución, con tal de calmar su angustia ante la pérdida y tener la sensación de que se hizo justicia.

"El conspirador" es la clásica historia de un juicio, en el que la acusada, la madre del conspirador prófugo, Mary Surratt (con una excelente interpretación de Robin Wright) y su abogado defensor Frederik Aiken, viven la frustración de saber que de entrada tienen al jurado en contra y que la decisión ya está tomada, sólo es una cuestión de formalidades.

CON PRECISION

Redford desde la dirección retrata ese "extraño" juicio, en el que un tribunal militar juzga a una civil, con la precisión de un artesano. Lo suyo tiene un único destino, hacer un homenaje a su patria, mostrar las injusticias o no, que a veces se cometen en determinadas épocas. "La ley no sirve de nada en tiempos de guerra", dice uno de los personajes.

La película resulta admirable en el seguimiento que hace desde que se produce el asesinato, hasta la posterior condena de la culpable y describe cada una de las aristas del entramado político a través de una narración, que se apoya en planos más bien cortos y mediante un equipo de actores de probado profesionalismo, como James McAvoy, Kevin Kline y Evan Rachel Wood.