El círculo

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

Como el Panóptico de Foucault, o la metáfora del Gran Hermano de Orwell en "1984", vuelve la amenaza de que alguien nos está mirando. Y como no es nadie tangible, está en ninguna parte y también en todos lados. Y lo peor: eso se traduce en poder. Por allí pasa la idea de "El círculo", la película inspirada en la novela de Dave Eggers, que se dispara desde una empresa de Internet cuyo lema gira sobre los beneficios que genera estar conectado todo el tiempo. El ideólogo es Eamon Bailey, que no es otro que Tom Hanks, en un rol con una perversidad medida que suma credibilidad. La chica buena es Mae Holland, impecablemente personificada por Emma Watson, como esa ascendente joven que va ganando espacio en la empresa con tanta inocencia como desconfianza ante el mundo virtual. La película se mueve entre los extremos, porque muestra que estar hiperconectados te puede salvar la vida y también puede quitártela. En el medio, Mae deberá decidir si es capaz de entrar en la vorágine de compartir con todos desde lavarse los dientes hasta mostrar cómo hacen el amor sus padres o bien regresar a sus días relajados con menos presiones pero también con más necesidades y facturas impagas. Quizá la pérdida de la privacidad pueda tener un precio, pero a la vez un beneficio con cierto tono justiciero. Pero para eso habrá que esperar hasta el final de la película.