El chico de la bicicleta

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Sin la sensibilidad que tuvo Truffaut

Ganadora del Premio del Jurado del festival de Cannes, este drama social sigue los pasos de clásicos del cine francés como «Los cuatrocientos golpes», aunque a los hermanos Dardenne les falta la mano de François Truffaut tanto en el guión como en la realización, ya que en momentos culminantes del film da la sensación de que no saben exaccomo resolver su historia desde lo visual.

Thomas Doret interpreta al chico del título, de cuya madre no sabemos nada y cuyo padre lo deja en manos de una institución diciéndole que pasará a buscarlo en un mes. Cuando eso no ocurre, el chico simplemente no puede creer tal abandono y trata de escapar por todos los medios para, aunque sea, dar con su bicicleta, ya que no puede concebir que haya sido vendida por su padre, tal como le explican los trabajadores sociales que lo tienen a cargo. En una de sus fugas conoce a la peluquera del pueblo, quien no sólo le consigue su misma bicicleta sino que también acepta ir a buscarlo los fines de semana.

En un principio el film tiene una buena narración, especialmente en escenas importantes como el encuentro del chico y su padre o su relación con un joven delincuente que lo quiere usar para cometer un delito, pero a medida que avanza quedan a la vista claras deficiencias de guión, como por ejemplo no poder darle profundidad al personaje de la sufrida peluquera que aguanta con todo su amor y cariño los berrinches de este chico, quien no por tener sus justificaciones deja de ser menos problemático.

Justamente en una película protagonizada por un chico la performance del actor infantil es casi el quid de la cuestión, y en este caso Doret luce un poco sobreactuado en su afán por salir corriendo de un lado para el otro, con bicicleta o sin ella.

Y, finalmente, cuando los directores deben poner en escena una situación que implique una pizca mas de acción que las simples carreras del protagonista, pierden el rigor formal restándole puntos a un conjunto que no deja de ser interesante por mostrar una realidad social difícil y universal.