El buen patrón

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Una sátira oscura sobre cierto empresariado local, que aún se puede encontrar en pequeños pueblos, donde un hombre que ejerce su convicción patriarcal a ultranza trata de una manera particular a sus empleados. Escrita y dirigida por Fernando León de Aranoa ( “Los lunes al sol”) se propone mostrarnos con humor negro al dueño de una fábrica de balanzas que considera a cada empleado, como de su familia y que confunde sus deseos e intereses con la de cada trabajador, como si se tratara de extensiones de su propio ser. Convocar para el rol principal a Javier Barden, absolutamente deslumbrante, es el mayor hallazgo. El hace de ese empresario protector y seductor un personaje fascinante y a poco de andar siniestro. Un hombre que se preocupa por el bienestar de todos cuando en realidad solo se trata de satisfacer sus ansias de figuración, sus deseos depredadores, su ejercicio del poder sin límites. A poco de andar las cosas no le salen tan bien y eso permite el lucimiento de actores como Oscar de la Fuente, Manolo Solo, Almudena Amor entre otros, y de todo un elenco muy comunicado. El filme peca por ser demasiado largo y en algunos momentos el trazo es demasiado grueso, pero igual eso no invalida el buen entretenimiento y el acertado uso de la ironía frente a identificables y conocidas situaciones laborales o sociales. El giro de este “buen patrón” y su definición es lo mejor de la película que tuvo gran recorrido de festivales y nada menos que seis premios Goya en su haber.