El aprendiz de brujo

Crítica de Ezequiel Boetti - EscribiendoCine

Los tres mosqueteros

Productor con dinero y amante de la pirotecnia se asocia a director con más oficio que sabiduría, convocan a actor conocido y son felices hasta que la muerte (o el contrato) los separe. Se trata de Jerry Bruckheimer, Jon Turteltaub y Nicolas Cage, quienes construyen en El aprendiz de brujo una (otra) película con mucho ruido y algunas nueces.

La tercera participación del trío tiene a Cage como un maestro de la magia que desde hace siglos se enfrenta al malvado de turno (el gran Alfred Molina, cabeceador de cualquier centro si los hay...). El primero debe dar con un recluta dotado de capacidades extraordinarias que motoricen su victoria. La buena noticia es que lo encuentra; la mala es que se corporizó en un chico tímido, enamorado de su compañera de primaria desde siempre, más apresto a la lucha intelectual que al contacto físico. De buenas a primeras, pasa del laboratorio a ser parte seminal de una lucha milenaria.

Quienes hayan visto el díptico La leyenda del tesoro perdido, sabrán que los muchachos no se caracterizan por la sutileza ni la ambigüedad. El film es (debe serlo) unívoco, moralmente incuestionable, sin doble lectura posible: Turteltaub subraya la sobreactuación de Cage mientras Bruckheimer mete dedos en la calculadora. Bueno, El aprendiz de brujo es lo mismo.

La principal dificultad para un análisis radica en la vacuidad. El film aspira a ser invisible, a desaparecer tras el velo de ruido y efectos especiales que pergeñan los mandamases. Sí, a Jay Baruchel le calza como anillo al dedo el papel de nerd timorato; sí, la película entretiene y transcurre ameno, terso. Pero hay una magnificación exacerbada de lo visual gratuita: la arena, las peleas sin trascendencia narrativas, se adocenan al por mayor y la aventura queda atrás.

Toy Story 3, Eclipse, Shrek 4, elementos sintomáticos de la peligrosa enfermedad crónica de la secuela, que este año adelantó en varias semanas el receso escolar. He aquí otra muestra: El aprendiz de brujo...o La Leyenda del Tesoro 3.