Dumbo

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

“Dumbo”, de Tim Burton
Por Jorge Bernárdez

Tim Burton volvió a la casita de los viejos y lo hizo con todos los honores, al menos su regreso es con la versión en carne y hueso de un clásico de Disney que ganó un Oscar y que originalmente fue hecho para rescatar las finanzas de Disney, que para 1941 venía de producir PinochoyFantasía, dos películas que habían sido muy caras y Dumbo, con su historia simple y su animación clásica, saneó las arcas de la empresa.

Desde hace un tiempo Disney, además de comprarse todo lo que tiene a tiro, se puso a revisar su historia y de allí decidió rescatar algunos clásicos y darles una nueva vida. Están en carpeta Aladdin y El rey leóny claro, ya fueron remozadas La bella y la bestiayEl libro de la selva.

Tim Burton, que en su momento tuvo que irse de Disney porque su estilo oscuro y raro no pegaba con el legado de la empresa, ahora vuelve como director consagrado para hace su versión de Dumbo. No es raro que Burton se haya sentido atraído por la historia del elefante que puede volar, al fin y al cabo el director californiano sufrió las burlas por parte de compañeros y jefes de la empresa que ahora le entrega una de su joyas más preciadas.

Burton reunió a un grupo de actores que son afines a su mundo y recreó la historia original a su manera. El circo de los hermanos Medici (Danny de Vito) está de gira por los Estados Unidos, es el año 1919 y acaba de terminar la Primera Guerra Mundial y sus efectos aún se hacen sentir. El circo está un poco venido a menos, lo que no impide que vuelvan a tomar a Holt Farrier (Collin Farrell) una ex estrella que vuelve de la guerra con un brazo menos y que se ve obligado a ser apenas el que trate con los elefantes del circo. Para mejorar el show, el circo compra una elefante embarazada que da a luz a un elefante que muchos consideran un adefesio por sus enorme orejas. El elefantito vuela pero eso es una especie de secreto entre él y los hijos de Holt. El bebé es bautizado como Dumbo (juego de palabras que en ingles significa torpe) y se transforma en estrella del circo.

El circo empieza a ser un éxito y ahí aparece un magnate del mundo del entretenimiento V.A. Vandevere (Michael Keaton) que se interesa por el circo y por su estrella. Vandevere se asocia con Medici y se lleva al circo y su gente a su parque de diversiones (sugestivamente el parque tiene un inocultable aire a Disneylandia). Al poco tiempo Vandevere ubica a su mujer Colette Merchant (Eva Green) al lado de la atracción principal y presenta al verdadero accionista de todo que es Griffin Remington (Alan Arkin), el banquero detrás del extravagante millonario.

A esta altura no podemos avanzar sin descubrir demasiado y arruinar las sorpresas, pero es necesario decir que ya estamos lejos de la historia original porque la mirada y la estética de Burton se imponen y el espectador se va a encontrar mirando a Keaton y De Vito pensando en Batman y en El pingüino. Incluso la oficina de Vandevere parece un decorado de alguna de las películas de Batman dirigidas por Burton.

Dumbo funciona a varios niveles y las lecturas múltiples de lo que Burton quiso hacer se pueden volver confusas. La diversión está, la troupe de actores funciona y la promesa que apareció en las notas de prensa de un regreso de Beetlejuice da esperanzas de ver que puede pasar cuando Burton vuelva la mirada sobre su propia historia y no tenga que trabajar sobre un clásico ajeno.

DUMBO
Dumbo. Estados Unidos, 2019.
Dirección: Tim Burton. Guion: Ehren Kruger. Intérpretes: Colin Farrell, Michael Keaton, Danny DeVito, Eva Green, Alan Arkin, Nico Parker. Producción: Katterli Frauenfenler, Derek Frey, Ehren Kruger, Justin Springer. Distribución: Buena Vista. Duración: 112 minutos.