Dos días, una noche

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Reconocible planteo moral de los hermanos Dardenne

Más sencillo imposible. Más dificil de resolver, también imposible. Una empleada pidió licencia médica. Puede que, cuando vuelva, no rinda como antes, incluso puede que recaiga. Mientras, los compañeros se han repartido su trabajo. El viernes la empresa les ofrece un bonus para seguir de esa manera. Es una empresa chica, de esas que los sindicatos ni siquiera toman en cuenta. Y ellos de ese modo podrán llegar mejor a fin de mes. A costa de un despido. El lunes deben votar su decisión. La mujer se entera el sábado. Tiene dos días y una noche para visitar a cada uno de sus compañeros y pedirles que no acepten la propuesta. Pero cada uno tiene sus razones para aceptarla.

Con este planteo, Frank Capra hubiera hecho una hermosa fábula sobre la bondad humana. Recuérdese "La locura del dólar" o "¡Qué bello es vivir!". Algún director socialista hubiera hecho una fábula elogiando la solidaridad obrera. Y un contestatario de los 70 hubiera repartido armas para acabar con los cerdos capitalistas que quieren dividir a los trabajadores. Pero ésta es una película de los hermanos Dardenne. Vale decir, una obra realista, que hace un planteo moral y considera las razones de cada persona para pensar primero en sí misma o mostrarse digna y generosa, porque le sale del alma, porque se ve obligada, o porque puede darse ese lujo. Son tiempos de crisis, y la crisis no es solo económica.

Esta vez los Dardenne aquietan la cámara. No la enciman tanto sobre los personajes. Contemplan a la debida distancia la mujer que pide, que pregunta "¿qué harías vos en mi lugar?" y la persona que debe responderle, ambas en el mismo cuadro. Casa por casa. Respuesta por respuesta. Mientras el espectador también se pregunta qué haría en su lugar. Todas son situaciones verosímiles. La protagonista es Marion Cotillard, estrella francesa que acá se luce "a cara lavada". Su actuación en esta película le ha valido premios por todas partes, incluso una nominación al Oscar.

¿Y al final cómo termina la historia? ¿Qué tan compañeros son los compañeros? ¿Podrá esta mujer desesperada convencer a la mitad más uno, para mantener su empleo? ¿La situación económica todavía permite la utopía? ¿Qué resolución dramática pueden elegir esos grandes moralistas belgas que son los hermanos Dardenne? Digamos solamente que ésta es su película más cercana al público de todas partes. Vale la pena.