Django sin cadenas

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

? Ohhh yo soy argentino, soy soldado de Tarantino ?

Si, Django sin Cadenas es un peliculón tremendo. Si, la vuelta de Quentin Tarantino después de esa absoluta obra maestra llamada Bastardos sin Gloria no podría ser mejor. Si, este era el Spaghetti Western que todos esperábamos de este gran realizador. Si, esta es la crítica que no estará a la altura de semejante película (?).

Básicamente (y por no querer revelar detalles del argumento) la historia de este film nos cuenta cómo el (ex) esclavo Django, junto al caza recompensas Dr. King Schultz, emprenden la búsqueda de su esposa Broomhilda, que se encuentra en manos del poderoso y despiadado Calvin Candie.

En lo estrictamente formal Django sin Cadenas es un Spaghetti Western, aunque su iconografía, su vestuario, sus abundantes diálogos y principalmente su música lo hacen un film incasillable. Es que Tarantino (como ya ha hecho en varias obras de su filmografía) parte de un universo conocido para conformar un caos de homenajes, géneros, estilos y excesos que siempre funciona. Siempre, más allá de que no todas sus películas sean obras maestras, siempre funcionan. Como dije recién, Django sin Cadenas es un western, pero nadie puede negar que posee los paseos de una road movie y la amistad de una buddy movie e incluso es imposible ignorar que el núcleo romántico de la cinta podría inspirar una gran historia para la vuelta de Thalia a las novelas de los mediodías (?).

Quentin Tarantino hizo una película bélica sin tirar un tiro y ahora hace un Western que no se parece en absoluto a nada de lo que se haya visto. Un western musicalizado con rap, música country y soul. Como siempre, "toma prestado" distintos recursos de varios directores (Leone, Scorsese, Corbucci o Hawks). Pero la realidad es que él hace de esas miradas SU mirada, la cual continuamente se ve potenciada (y superada) por algunos sellos propios de su cine, donde se destacan sus inconfundibles guiones, la mezcla de géneros, la inseparable simbiosis de la música con las secuencias y esa puesta en escena explotation que rememora a los grandes clásicos del cine Clase B.

Algunos dinosaurios, no Spike no me refiero a vos, han criticado el tratamiento del film hacía la esclavitud y los negros. Es verdad que hay una estetización de la esclavitud y la ofensiva palabra "nigger" se utiliza en exceso, pero la realidad es que el cine de Tarantino siempre se ha caracterizado por su violencia y principalmente por su deliberada puesta en escena y Django sin Cadenas no iba a ser la excepción más allá del tema que tratase. Incluso creo que el cine está para eso, para contar una historia desde dos puntos de vista estéticos totalmente opuestos, siendo uno de manera realista y detallada hacía el tratamiento de la esclavitud (como seguramente lo hará la Lincoln de Spielberg) y también para realizar de la misma una historia de redención, amor y venganza con una puesta en escena alejada del sobrio estilo más clásico y mucho más cercana a la exageración del cine explotation de Clase B. Además, no hay una banalización y mucho menos una justificación de la esclavitud, por ende considero las acusaciones totalmente carentes de sentido.

Me resultó llamativo como Tarantino tomó para Django sin Cadenas muchas más influencias de Sergio Corbucci que de Sergio Leone, pero luego lo entendí. Es que Quentin "homenajea" a Leone en cada una de sus películas y la realidad es que si tomaba más cosas del maestro romano, su Spaghetti Western iba a ser la reversión de cualquiera de las películas la Trilogía del Dólar. La mención más obvia al querido Corbucci se encuentra en el nombre del film y del protagonista (Django, con Franco Nero, de 1966) y todos los momentos invernales de la cinta rememoran indudablemente al brillante Spaghetti Western protagonizado por Klaus Kinski y Jean-Louis Trintignant llamado El Gran Silencio. Incluso la intromisión de la canción utilizada en la genial I Giorni dell'Ira, de Tonino Valerii, el gracioso y autoconsciente cameo de Franco Nero o la música de las Trinity protagonizadas por Terence Hill y Bud Spencer, dejan como conclusión que Tarantino quiso con Django sin Cadenas hacer un Spaghetti Western que se aleje de la concepción y el cine de Leone, para acercarse (por medio de sus homenajes) mucho más a los genios que quedaron eclipsados detrás de esa bestia romana cuya última película fue estrenada a mediados de los '80.

Christoph Waltz necesita de Quentin Tarantino y viceversa. Nacieron el uno para el otro. Se complementan. Se potencian. Hans Landa fue, sin dudas, el personaje más complejo e interesante de la fimografía de Tarantino y ahora el Dr. King Schultz (que no llega al nivel alcanzado anteriormente) es la interpretación más sobresaliente de una obra donde los actores de su entorno la descosen. Jamie Foxx lleva el corazón de la cinta, pero un corazón que carece de demostraciones, aunque esté lleno de odio y resentimiento hacía sus enemigos esclavistas y amor hacia su prometida. Leonardo DiCaprio aporta el típico personaje del Mundo Tarantinesco cargado de violencia y excesos.

Django sin Cadenas representa el mejor regreso de Quentin Tarantino. Su inconfundible sello sigue más vigente que nunca y con esta última obra demuestra que con cada película encima se amplifica, madura y perfecciona. Ya habrá tiempo para analizarla más en detalle y contextualizarla, pero sin dudas será uno de los mejores estrenos de este año. Por todo lo enumerado aquí -y mucho más que no ingreso por cuestiones de censura (?)- fui, soy y seré por siempre soldado de Quentin Tarantino.