Diletante

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Kris Niklison, actriz, bailarina y puestista teatral argentina residente en Holanda, diseña en esta ópera prima documental –con algunas realistas recreaciones ficcionadas- una verdadera joya del género. Que arranca precisamente en Amsterdam con una detallista instantánea de un alegre y voluptuoso desfile de la comunidad gay. Imágenes que nada tienen que ver –o quizás mucho- con el resto del film, que incluirán unos breves e irónicos apuntes de la cineasta sobre sí misma y su dinámica familiar, para pasar inmediatamente a volcar un retrato íntimo y profundo de una señora octogenaria y levemente aristocrática llamada Bela. Su propia madre, que ocupará la casi totalidad de este singular trabajo en un encendido y distendido discurso cotidiano con una sola interlocutora, su empleada Cata, y una sola presencia, la del peón de su estancia. Con estos simples elementos se conforma una cautivante radiografía de la vejez, con reflexiones especialmente lúcidas como aquellas que teorizan acerca de la rápida decrepitud de los políticos, entre otras. Mientras tanto sus arrugas, registradas por la cámara con el mismo espíritu que se muestra el bellísimo paisaje ribereño, contrastan permanentemente con su energía física y mental. Una última anécdota suya revelará el peculiar sentido del título de esta pequeña y admirable pieza audiovisual.