Diablo

Crítica de Daniel Garabal - Clave Noticias

Violencia, muertes y humor en excelente film nacional

Marcos Wainsberg no puede sacarse de la cabeza su última pelea de box. De un golpe en el último round mató (literalmente) a su contrincante. A partir de ahí, “el Inca del Sinaí” se habrá convertido en un boxeador de culto. Pero para el es un cargo de conciencia que no puede sacarse. Más al saber que a su contrincante le habían aconsejado no pelear. A partir de ahí, Marcos no quiso pelear más y quiso alejarse de todo lo que sea violencia. Es más, en el día de hoy se encontrara con su exnovia, quien aparentemente viene con posibilidades de reconciliación.

Lo que Marcos no sabía era que a su casa iba a llegar su primo Huguito, la oveja negra de la familia. El gran problema es junto a su pariente llegaran los problemas, las violencias y las muertes. Todo esto es raro verlo en una película argentina tan bien hecha. Toda la violencia, las torturas y el humor mezclados es difícil verlas en una film nacional, y sobre todo tan bien hecho. Porque una cosa es hacer una película profunda y que salga bizarra, y otra hacer una película para que se convierta un film de culto, y la realice tan bien que seguramente será de culto.

Los amantes de las películas de Tarantino o las primeras de Guy Ritchie, verán la impronta que seguramente dejo en Nicanor Loretti, director y uno de los guionistas del film. “Diablo” es un film que (estómagos sensibles abstenerse) tiene las cuotas de violencia, de sangre, torturas y muertes justas y necesarias para este genero. Ni más ni menos. También contó con un elenco excelente en los protagónicos.

Juan Palomino realiza una sublime labor como Marcos mostrando ternura cuando habla con su exnovia, la tristeza cuando recuerda su última pelea y su furia cuando se convierte en una fabrica de matar. Sergio Boris como Huguito es la pareja despareja ideal a Palomino realizando un trabajo maravilloso. Y en esa línea está también Luis Aranosky como Café con leche. “Diablo” es uno de los mejores Films nacionales de este año, y al ser de un genero tan especifico, tiene doble merito.