Despedida de soltera

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Unas chicas poco responsables

Becky (Rebel Wilson) no es la más linda del cuarteto de amigas del secundario. Sin embargo va a ser la que se case primero. Ni los kilos de más, ni la poca estatura fueron inconveniente para que un novio bastante agradable, decidiera proponerle matrimonio.

Y así las chicas, Gena (Lizzy Caplan), Katie (Isla Fisher) y Regan (Kirsten Dunst), se enfrentan a la perspectiva de ser damas de honor y formar parte de una despedida de soltera en la que, ¿por qué no?, pueden conocer al hombre de su vidas. Todo saldrá al revés y nada sucederá como pensaban, pero será un buen momento para disfrutar de ciertas irresponsabilidades que el futuro seguramente no les brindará.

LOS DESORDENES

La joven directora Leslye Headland, originalmente, escribió una historia sobre desórdenes alimenticios, drogas y sexo casual y más tarde por sugerencia de actores y productores conocidos, decidió convertirla en un guión de cine, lo que dio como resultado "Despedida de soltera".

En la película, una de las chicas padece algunos problemas de bulimia y drogas, otra tiene tendencia a la glotonería y la mayoría gustan del sexo rápido y el alcohol.

Con antecedentes como "La boda de mi mejor amiga" o "¿Qué pasó ayer?" "Despedida de soltera" es la tradicional película de bodas, con estereotipos adolescentes, mucha droga, conversaciones sobre sexo y un mal gusto destacable.

LOS ENREDOS

Malentendidos y enredos serán la guía de estos jovencitos que hacen de lo escatológico un culto y del alcohol un componente indispensable de toda reunión, en la que un stripper puede aún asombrar y los chistes viejos ser capaces de despertar carcajadas. En síntesis, ni un asomo de originalidad, nada de buen gusto y la presencia en el papel de la chica con sentido común de la encantadora Kirsten Dunst ("María Antonieta"), que debe resignarse a que para vivir también hay que hacer filmes como éste.