Trash: Desechos y esperanza

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

El basural de la discordia

Lo primero que viene a la cabeza al tomar contacto con este opus del director Stephen Daldry (Billy Elliot, 2008) es el eterno debate entre aquellos que pregonan cierto miserabilismo como estética frente a los que defienden el lenguaje cinematográfico por sobre todas las cosas.

¿Cómo abordar la miseria sin mostrar la miseria? Esa es la pregunta más difícil de responder, desde dos ejemplos que pueden significar las antípodas en relación a la representación: Ciudad de dios (2002), exploraba la realidad de una favela, las luchas entre sus miembros valiéndose de recursos estéticos que embellecían la imagen y que suscitaban polémicas por aquellos años en la crítica especializada, y por otro, la ganadora del Oscar Slumdog Millonaire (2008), híbrido inclasificable que hacía de la pobreza en la India la misma postal que los cuadros musicales de las películas hindúes, pero movía los resortes emocionales con un conjunto de golpes bajos a la par de misiones heroicas.

A medio camino de estos dos modelos se encuentra Trash: desechos y esperanza, porque si bien la realidad de una favela ocupa gran parte de la historia también se desarrolla un thriller atravesado por la denuncia social, la corrupción política y la hipocresía estatal en todos los estratos, particularmente en la sociedad carioca. Los protagonistas de esta historia son un grupo de niños, Raphael (Rickson Tevez), Gardo (Eduardo Luis) y Rata (Gabriel Weinstein), desamparados en todo sentido, tanto de la asistencia social como de un estado que los proteja de los abusos de las esferas del poder como por ejemplo la policía, la seguridad privada y la inescrupulosidad de un alcalde que hará lo imposible por recuperar una billetera encontrada en un basural.

En paralelo a esta historia, se desarrollan subtramas unidas por el mismo trío de niños en una carrera contra el tiempo y con un aire de justicia poética detrás que no desentona para este film reivindicatorio de un director con luces y sombras, películas buenas, regulares y malas.