Depredadores

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

Humanos cazados

Esta es una de esas películas específicas para fans de géneros como la ciencia ficción, el thriller, la acción, el terror y el gore (truculento de cotillón), que asoman todos entreverados en una misma arcilla. Está destinada a personas que quieran incursionar en experiencias diferentes sabiendo o no de qué se trata en la previa, o directamente es un filme para cinéfilos de mente más abierta, de los que disfrutan un filme de cualquier género mientras esté bien realizado.

Depredadores es la continuación de una saga con dos ramificaciones. La primera película data de 1987 y se reduce a la fórmula "cazador versus presa" que se repitió en 1990 con el mismo actor protagonista, Arnold Schwarzenegger, enfretando a las bestias extraterrestres que querían colgar su pescuezo como trofeo en un salón con hogar y cómodos sofás. Luego de aquello se produjo un "cruce de sagas", al rodarse dos continuaciones en las que el Depredador se enfrentaba con otro extraterrestre, el famoso Alien creado por Ridley Scott y equipo.

En esta quinta parte, con Robert Rodríguez como uno de los productores y mentores sobresalientes, se hizo pública la decisión de "volver a las fuentes": sólo perseguidores y perseguidos en medio de una jungla impenetrable.

Y pues de eso va la película. Más de lo mismo y a la vez no, porque el ritmo vuelve a mantenerse alto (la primera secuencia de la película es un sujeto que despierta durante una caída libre sin paracaídas), porque los actores se las arreglan bien, porque el diseño de producción vuelve a ser magnífico, y porque la historia contiene varios buenos "twist", expresión que en la jerga quiere decir desvíos repentinos en el hilo del relato. Hay nuevas criaturas, nuevas armas, nuevos paisajes, nuevas naves, nuevas psicologías en los personajes, y hasta un barniz estético delicado en un rincón del filme. El que elija esta película tiene buenas probabilidades de no decepcionarse.