De dioses y hombres

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

El sentido de la vida misma

Monjes franceses en Argelia deben tomar una decisión.

Por qué la fe es tan amarga?” La pregunta se la hace un monje ante una situación límite. El y otros siete religiosos que viven en el Monasterio del Atlas, en Argelia, en los años ’90, son amenazados por un grupo fundamentalista, que comete todo tipo de atrocidades, ante un gobierno que muestra corrupción. Y entonces los monjes deben tomar una decisión. Regresan a Francia, su país, o se quedan allí, donde -para más de uno- es su verdadero hogar.

Basada en hechos reales, la película de Xavier Beauvois quiere por todos los caminos incluir al espectador en su trama, haciéndolo partícipe de las crueldades de los terroristas tanto como de las dudas y los miedos que tienen estos siervos de Dios en un territorio que para muchos resultará ajeno. El protagonismo se repartirá entre Christian (un contenido y a la vez temeroso Lambert Wilson), Luc (un soberbio Michael Lonsdale) y el resto.

Es que cada monje tiene sus ideas, sus motivaciones internas y sus necesidades, por más que lo que compartan todos sea el deseo de ayudar al prójimo. “No podemos dar lo que no tenemos”, se escucha por allí. Es una de las tantas frases con las que el realizador pretende sumergir al público en la ineludible tragedia. Es que la colonización francesa también tuvo que ver con los hechos que luego acontecieron.

“Somos como pájaros en una rama. No sabemos si partir”, dice uno de los religiosos a los aldeanos, pero como los cistercienses no tienen como misión la evangelización, en ese pueblo musulmán, la ayuda que pueden brindar muchas veces tiene que ver con la salud. Historia de coraje, valentía y temores, De dioses y hombres habla de seres que luchan contra la sinrazón, con la esperanza como bandera.

“¿Para que ser mártires?” “Somos mártires de fidelidad, de amor”, se preguntan y responden los monjes. El relato utiliza como contexto la religión –o las distintas creencias-, pero sabe ir más allá de la cuestión filoreligiosa. ¿Qué hacer cuando todo indica que para sobrevivir sería necesario cambiar una forma de ver las cosas? ¿Se es fiel a un precepto, a lo que dicta el corazón, o se ve la realidad y se actúa en consecuencia? Ganadora del Gran Premio del Jurado en Cannes 2010, De dioses...

no es un filme sobre la religiosidad, por más que abunden las escenas de rezo y los protagonistas sean cristianos de ley. La humanidad y el entendimiento de lo que es correcto son las bases en las que se sustenta este muy buen filme que no debería pasar desapercibido en la cartelera argentina.