Cosa voglio di più

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

La vida te da sorpresas

El milanés Silvio Soldini es -quizás con Gabriele Muccino, ya "importado" por Hollywood- el director de cine "serio" más exitoso y exportable de Italia. Sus películas son intensas, emotivas, solventes, "universales", bien actuadas. El problema con Cosa voglio di più -más allá de cierto esquematismo en su guión y en la pintura de algunos personajes- es que aborda un tema bastante más transitado (casi al borde del lugar común) que Pan y tulipanes o Sonrisas y lágrimas: el adulterio y la pasión entre casados.

Anna y Domenico (Alba Rohrwacher y Pierfrancesco Favino) rondan los 40 años y viven en las cercanías de Milán. Ella es una rubia bien "europea" y él, un calabrés morochazo. Ambos están casados desde hace tiempo y son aparentemente felices, pero se conocen en una fiesta (ella como invitada y él, como empleado del servicio de catering) y allí empieza el fogoso, imparable romance. Será, por lo tanto, el tiempo de las tentaciones, pero también de las mentiras hacia sus familiares para las sucesivas escapadas (incluída una a Túnez), las inseguridades, las contradicciones, los reproches, la culpa.

Como se verá, no hay nada demasiado novedoso en esta propuesta de Soldini, pero el director lleva el relato (de excesivos 126 minutos y fotografiado por el talentoso DF argentino Ramiro Civita) a un razonable buen puerto gracias a su indudable capacidad narrativa y a la exposición de ese sustrato de vacío existencial, de ese estado de confusión (casi de negación) que domina a buena parte de la sociedad italiana berlusconiana. Un film menor, pero en varios sentidos bastante disfrutable.