Copia certificada

Crítica de Santiago García - Leer Cine

VERDADES Y MENTIRAS

El salto de Abbas Kiarostami al cine europeo es, en el fondo, un elemento anecdótico dentro de su nueva película, porque tanto en la superficie como en la profundidad, el director iraní mantiene una coherencia formal y temática absolutas.

Abbas Kiarostami es una leyenda dentro del cine contemporáneo. Durante más de treinta años, y a partir sobre todo del éxito mundial de El sabor de la cereza, el realizador iraní se ha convertido en uno de los nombres más prestigiosos del cine. Varias obras clave dentro de la ficción, el documental y hasta el cine experimental, lo han posicionado como un referente indiscutido. Su obra, coherente y poderosa, se ha ganado por mérito propio ese espacio, y con Copia certificada parece dar un nuevo paso, aun cuando se trate de un film tan nuevo en su cine como parecido a sus obras más representativas. La filmografía de Kiarostami, tanto en su vertiente experimental como de ficción o documental, ha estado siempre muy cerca a ciertos temas e inquietudes estéticas comunes. Esto permite reconocer un film de Kiarostami con gran facilidad. Y es justamente eso lo que pasa con Copia certificada (Copie conforme, 2010), una coproducción entre Francia, Bélgica e Italia. En el plano que abre el film, todo espectador que conozca la obra de Kiarostami deberá ya sentirse seguro de que está frente a una obra del director. Porque no sólo se trata de un plano bello y sugestivo, sino que además anuncia lo que vendrá después. Copia certificada es un film sobre la representación, sobre el discurso, sobre el límite entre la ficción y la realidad, entre el original y la copia. Estos límites y estas ideas aparecen en varias de las mejores películas del realizador, como Detrás de los olivos o Primer Plano.

Nunca falta quien aventure que estamos frente a un film donde no pasa nada, pero eso es, generalmente, un error de apreciación o un prejuicio del cual el cine iraní suele ser víctima. Porque en Copia certificada, como en toda la obra de Kiarostami, pasa mucho. Y esta idea de que no pasa nada, bastante irritante a esta altura, se refiere a que la película trabaja sus temas de una manera no clásica en la narración. Y busca mayormente un espacio teórico para los temas, pero igualmente plástico y bello en el encuadre. Si el primer plano que aparece en esta película es significativo, el plano final es de una belleza arrebatadora. En un mundo de tanto encuadre feo o irrelevante, Kiarostami consigue transmitir con puras imágenes gran cantidad de ideas. De Kiarostami se pueden decir muchas cosas, pero no que no habla a través del lenguaje del cine. La imagen en Kiarostami es la herramienta fundamental. Y aunque su cine es moderno en la estructura dramática, sus temas no lo son tanto. Salvando las distancias, el plano de apertura de Copia certificada es tan claro como el plano de apertura de La ventana indiscreta de Alfred Hitchcock. Y los héroes de películas como La vida continúa, Primer plano o Detrás de los olivos, tienen el coraje y producen la emoción del más convencional de los héroes hollywoodenses. El cine de Kiarostami no es un cine de otro planeta, no refiere a una especie distinta a la humana. ¿No es el final de Detrás de los olivos el final de cientos de films románticos de la historia del cine? La respuesta es sí. ¿Entonces cuál es la diferencia? La diferencia es la manera en que Kiarostami lo filma, la diferencia está en la forma. Allí donde todos ponen un primer plano de él, un primer plano de ella y luego un plano de ambos, Kiarostami pone un plano general lejano, pero el tema sigue siendo el mismo. Pero si el ascetismo lo vincula con Ozu y Bresson, la originalidad en la puesta en escena suma a esa lista a Ford, Hitchcock y Welles. Porque si se presta un poco de atención –y los que dicen que en Kiarostami no pasa nada, no suelen prestar nada- se verá que ningún gran director filma de manera convencional, todos tienen ideas de puesta en escena que los vuelven irrepetibles. El ascetismo de Kiarostami parece simple y se ve simple, pero como bien dice el personaje protagónico: “No hay nada simple acerca de ser simple”. Copia certificada es una película simplemente apasionante, como lo son Y la vida continúa, Detrás de los olivos o Primer plano. Como en todos los films de Kiarostami –incluyendo el inolvidable documental Alumnos de primer grado- los personajes argumentan, explican y convencen, y nuevamente es el protagonista el que pone en palabras su envidia por la gente que simplemente cree en algo. Y luego agrega que lo complicado es tener que convencer a alguien más. ¿Hay algo más dramático que el tener que convencer a otro de una idea? ¿Hay ejercicio más complejo?

En todas las sinopsis del film se repiten las mismas: “Es la historia del encuentro entre un hombre y una mujer en un pequeño pueblo italiano del sur de la Toscana. Él es un escritor inglés que acaba de dar una conferencia. Ella es una galerista francesa. Se trata de una historia universal, que podría sucederle a cualquiera, en cualquier lugar.” La sinopsis lo dice todo, y sin embargo no dice nada. Como siempre, pero mucho menos en este caso. No fueron pocos los que vieron una conexión entre esta película y Antes del amanecer yAntes del atardecer, de Richard Linklater, pero esa similitud me parece que está “en la sinopsis” más que en el corazón mismo de la película. Más significativo me pareció el vínculo con Con ánimo de amar, de Wong Kar-wai, en la idea romántica y amarga de actuar roles y dramatizar un conflicto de pareja. Pero una vez más, Copia certificada podrá copiar, inspirarse o simplemente parecerse a estos films (como también a Viaje a Italia, de Rossellini) pero su búsqueda es otra. Si un film de Hitchcock es más que un film de suspenso, y muchas veces es una reflexión sobre la naturaleza misma del cine, uno de Kiarostami realiza la misma operación. Los límites entre la ficción y la realidad -tema tan propio del director iraní- cobran aquí el mismo sentido complejo que en sus otros films mencionados. A medida que la trama avanza (atención: develaré cuestiones importantes de la historia) estos desconocidos que aceptaron actar como matrimonio comienzan cada vez más a mostrarse como un verdadero matrimonio, a punto tal que se podría sospechar que lo son, pero la película no lo aclara, y de hecho lo deja en un espacio de gran ambigüedad. ¿Son un verdadero matrimonio o son una copia de un matrimonio? ¿Es ficción o realidad? No por nada cuando se encuentran con una pareja y discuten sobre una fuente, el señor mayor que le da un consejo al protagonista es nada menos que Jean Claude Carriere, uno de los guionistas más famosos de la historia del cine. Un consejo romántico en manos de un guionista, un guiño casi secreto dentro de un film que de todas maneras juega con esas lecturas a lo largo de toda la trama. Como cierre me gustaría citar un gran film con el cual Copia certificada guarda muchas similitudes: F de falso (Vérités et mensonges, 1974), de Orson Welles. Ese (¿Falso?) documental de Welles es una de las joyas dentro de su filmografía y narra la historia, incluyéndose, de varios falsificadores. De muchas de las cosas que se habla en el film de Welles, se habla también en el film de Kiarostami. F de falso es una película barroca. Magia, cine, arte, estafa, verdades y mentiras, casi una comedia alocada por momentos. Pero en esencia comparte muchos temas con Copia certificada. Allí Welles afirma: “Sin dudas casi todas las historias incluyen alguna forma de mentira”, y viene al caso entonces citar a Kiarostami, quien afirma: “Para atrapar la verdad es preciso en parte traicionar la realidad”. Y estas afirmaciones no se refieren solo al arte en Copia certificada, sino que también hablan de la vida.