Contrasangre

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

Tres para el dolor

Daniel se desempeña como guardia de seguridad de un edificio, mientras añora su pasado como policía y se siente abrumado por la pérdida de una hija y por su fracasado matrimonio. Sus pasos por la ciudad lo harán cruzarse con Analía, una mujer distante, obsesiva y bella que rehúye el contacto con los hombres por haber sido víctima de una violación. Ese pasado vuelve cuando Julio, con quien había mantenido un turbulento romance, sale de la cárcel tras purgar un delito.

Ella busca en Daniel los brazos que la protejan de la amenaza de Julio, que deja su voz en mensajes telefónicos y que siente que ella tiene una deuda con él y comienza a acosarla. Estos seres se despliegan por la ciudad cruzándose con otros personajes, y entre ellos comenzará un juego de búsquedas que irá tejiendo la trama del crimen, apasionada e inevitablemente.

El director Nacho Garassino, quien en 2011 debutó en el largometraje con El túnel de los huesos, supo imponer a su historia toda la violencia y la amargura de sus personajes y logró así un thriller en el que el suspenso va tomando cada vez más ímpetu hasta llegar a un final no por esperado menos dramático. Supo, además, elegir un muy correcto elenco, ya que tanto Juan Palomino como Emilia Attias y Esteban Meloni otorgan a sus dramáticos papeles todo el calor y la emoción que necesitaban este film que habla de violencia ciudadana y, también, retrata con astucia el alma de esos seres siempre dispuestos a escapar de sus tristes destinos.