Contrarreloj

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

De ladrón y policías

Hay un lugar común en el que se cae habitualmente, y es que si una película de acción entretiene y mantiene despierto al espectador hasta el final la misión está cumplida. Bien, “Contrarreloj” es entretenida y difícilmente alguien pueda despegarse de la butaca hasta los títulos de cierre, pero está lejos de ser una buena película. Esta es la historia de Will (Nicolas Cage), el mejor ladrón de bancos de Nueva Orleans, cuya cábala es escuchar completa una canción de 9 minutos de Creedence Clearwater Revival como condición ineludible para que el atraco salga bien. Pero el día que no lo hizo, todo falló. Tanto fue así que le dio un balazo en la pierna a Vincent, su mejor amigo, otro delincuente de fuste, y el FBI interrumpió el robo de diez millones de dólares de uno de los bancos más importantes de la ciudad. Después de ocho años de prisión, Will regresa con el objetivo de alejarse de la mala vida y recuperar el tiempo perdido con su hija Alison. Pero, claro, aquel amigo que sufrió el balazo y después perdió su pierna, busca venganza. Y no tiene mejor idea que secuestrar a Alison a cambio del dinero que nunca llegó a repartirse. El director Simon West, que volvió a trabajar con Cage tras su debut con “Riesgo en el aire” de 1997, apeló a recursos trillados, aunque no menos efectivos, como las extensas persecuciones, autos que chocan y se incendian y el viejo juego del policía y el ladrón. West no profundiza en la intimidad de sus personajes, y cuando lo aborda queda a mitad de camino. Tanto que nunca queda claro, por ejemplo, si la bella Riley es o no la madre de la hija de Will. La figura heroica de Cage es la principal atracción de esta película, que es un plato ideal para un domingo de lluvia por el cable.