Construcción fija para habitación humana

Crítica de Brian Macchi - Fancinema

GRANDES MOLES DE CEMENTO

La arquitectura es el arte y la técnica de proyectar, diseñar, construir y modificar el hábitat humano, y vive en constantes cambios por las diversas variaciones que sufre la vida humana. Por estos tiempos, la modalidad vertical (es decir, la construcción de edificios) es el auge arquitectónico, donde la economía de espacios en detrimento de las comodidades de los habitantes es una polémica ya instalada.

Buscando ahondar más sobre esta temática, el documental Construcción fija para habitación humana realiza un ensayo de cómo resulta vivir en un edificio de muchos departamentos, la gran mayoría monoambientes, tratando de subsistir de la mejor manera posible. Un film artesanal, simple, pero preciso es esta producción de Adriana Casas, en la cual relata su experiencia personal y la de sus vecinos como habitantes de distintos monoambientes, mostrando las diversas visiones sobre esta experiencia y las variadas circunstancias que se desarrollan en la vida de un edificio.

Fraccionando la narración en pequeños capítulos que abordan diferentes subtemas dentro de la base principal, el documental gana en interés al no irse por las ramas, sino por ser concreto en lo que aborda, aprovechando cada diálogo y circunstancia que se exhibe, las cuales permiten a quien observa entender cuál es el punto de vista de la película.

Obviamente con las falencias que se le pueden reclamar a una producción súper independiente, hecha a todo pulmón por su realizadora, Construcción fija para habitación humana es un interesante ensayo de cómo es hoy la vida de los seres humanos en esas grandes moles de cemento que crecen de a montones, creadas para darle cobijo a seres humanos, pero que quizás no contemplan lo más importante: que allí deben vivir personas.