Conjuros del más allá

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

"Conjuros del más allá", una ensalada de terror

Fenómenos sobrenaturales, mundos paralelos, zombies, aliens, esoterismo, todo eso en un espacio donde los personajes comienzan a morir de formas extrañas. La superposición de temas da como resultado otro extraño fenómeno en el espectador, algo parecido al vacío. Así podría entenderse el título original del filme, "The Void", de los directores Jeremy Gillespie y Steven Kostanski.
   Los dos realizadores, con una larga experiencia en varios tanques de Hollywood, rodaron una película que se debilita en su afán de superponer posibles causas para los hechos que narra. Todo comienza con un drogadicto que huye de una matanza en una casa en medio de la nada. Un policía lo rescata y lo lleva al hospital más cercano. Allí están, también en un lugar aislado, el policía, una joven embarazada y su abuelo, una enfermera, tres médicos y un paciente internado. Y los problemas empiezan a los pocos minutos, cuando un grupo de extrañas figuras con capuchas blancas al estilo Ku Klux Klan armadas con puñales rodean el lugar. Amenazados desde afuera, el peligro también está en el interior, con criaturas que parecen inspiradas en la versión de Cronenberg de "El almuerzo desnudo".