¿Cómo lo hace?

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

Chica material

Existe una especie de ley no escrita en el mundo del cine que dice que, cuando los que hacen una película piensan de menos, los que la miran luego piensan de más. Norma que parece gobernar (junto a otras, seguramente) a esta comedia estrenada en las salas cordobesas el jueves último.

Protagonizada por Sarah Jessica Parker, Greg Kinnear y Pierce Brosnan, la cinta promete: apunta a ser una fotografía móvil y alegre de la vida moderna, sus demandas, sus dilemas, sus contradicciones, a partir de la "experiencia" de una mujer, madre, esposa y profesional, que debe dividirse al menos en tres para mantener, como una malabarista, todas las bolas en el aire ("el secreto no es agarrar, sino arrojar", dirá ella en alguna parte).

Pero las promesas se esfuman en poco tiempo, convirtiendo a la película casi en una más del montón. Y es que este filme norteamericano -o los que lo hicieron- parece no haberse tomado el trabajo de empujar la cosa un poco más allá en casi ninguno de los rubros posibles, y esto no debe atribuirse a que quisieran hacer una película simple, o entretenida, o dentro de una serie (o dicho en otras palabras, capaz de agradar a un abanico amplio de personas).

No, ninguno de los atributos recién mencionados (sencillez, diversión, o formalismo) está reñido con la posibilidad de innovar, y no en el sentido esnob de la palabra (adorar lo nuevo por el solo hecho de serlo), sino en tanto se trata de recrear algo, para seguir aprendiendo, descubriendo, sorprendiéndose y, por supuesto, refundando el interés hacia eso.

Hace algunos años se le decía "cliché" a aquello que una película ofrecía al público después de convertirlo, de tanto repetirlo, en algo vaciado del sentido original; algo que ya no nos decía nada, que sólo nos empujaba a seguir pensando dentro de un mismo círculo vicioso sin la dinámica cambiante de la vida misma. La palabra viene del idioma francés, y del mundo de la prensa, el de las viejas imprentas y los adminículos de plomo que se untaban con tinta para luego grabar una y mil veces sus símbolos en el papel.

Seguramente ahora hay versiones modernas para referirse a la misma categoría de adormecimiento de los sentidos, y en el caso de ¿Cómo lo hace? no estaría del todo mal aplicarlas. Como para pasar el rato, sin perder la noción de que existen películas muy parecidas a esta, también norteamericanas, también protagonizadas por estrellas de Hollywood, que sin embrago dejan algo extra en el espectador.